Los tres partidos de Va por México ampliaron su alianza a una agenda legislativa básica y anunciaron que mantendrán su cohabitación hasta las elecciones presidenciales de 2024, en un programa que reúne a posturas de derecha, centro y de la autodenominada izquierda.
En conferencia de prensa conjunta en un hotel frente a la Alameda Central, asumieron un resultado favorable el 6 de junio con el mensaje de que pasarán “de oposición moralmente derrotada a ganarle la mayoría” a Morena.
A pesar del mensaje de unidad y de que se planeó en el presidium alternar las sillas para los dirigentes varones de PRD, PRI y PAN con representantes mujeres, la senadora Kenia López Rabadán no quiso sentarse junto al priísta Alejandro Moreno Cárdenas.
Los organizadores dispusieron, de derecha a izquierda, los lugares para Adriana Díaz Contreras y Jesús Zambrano, secretaria general y presidente del PRD, respectivamente. Al lado de éste, a Blanca Alcalá, secretaria de migrantes del tricolor, y Moreno Cárdenas. Enseguida, a Kenia López y a Marko Cortés. Sin embargo, la legisladora panista rechazó ese orden que la habría dejado junto a Alito y se recorrió a la orilla de la mesa.
Según los tres partidos, persiste la injerencia del Ejecutivo en la campaña para tratar de incidir en el resultado y acusaron que la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera son usadas para “perseguir a los opositores”.
En ese sentido, Marko Cortés celebró que “por fortuna, la Organización de Estados Americanos ha confirmado que enviará observadores” para el proceso del 6 de junio.
Manifestó que, además de la violencia contra candidatos, hay una “persecución política” desde el gobierno federal y dijo que los tres partidos solicitaron a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que asumiera su papel y generara condiciones para no poner en riesgo a la sociedad y a los aspirantes.