Durante la presentación del primer informe de la misión electoral de especialistas de Estados Unidos y Canadá Delian Proyect se destacó como uno de los principales riesgos de los comicios en México las crecientes tensiones entre el gobierno federal y las autoridades electorales.
“Desde el gobierno federal se ha intentado crear su propia ventaja en los comicios y crear las condiciones para argumentar un fraude electoral”, advierte el informe, pero no se puede hablar de fraude –dijeron en conferencia– sin tener pruebas de que se está realizando.
En el informe se subraya como otro de los principales riesgos la creciente violencia política que ha cobrado la vida de muchos candidatos. “Es uno de los desafíos más preocupantes”, aseveró Armand Peschard, porque ha derivado en múltiples asesinatos, principalmente a nivel municipal y estatal.
Este reto es favorecido por “la ausencia de control gubernamental en ciertas partes del país” y por otro factor que también incide: el debilitamiento del sistema de partidos políticos.
El informe de la misión encabezada por Jean-Pierre Kingsley, ex jefe de la Oficina Electoral de Canadá, advierte que uno de los problemas de la democracia mexicana es el financiamiento irregular, que se traduce en recursos con dinero en efectivo, transgrediendo las reglas de que debe efectuarse mediante transferencias bancarias o cheques.
“Cuando hay tensión entre las autoridades electorales y funcionarios de alto nivel en el gobierno se tiene un impacto en la percepción del público y puede afectar el resultado, pues la gente puede pensar que el voto ya no vale la pena emitirlo”, dijo Kingsley.
Al abordar la actitud del gobierno federal ante las autoridades electorales destacaron que esto forma parte de un creciente fenómeno mundial en el que los gobiernos en turno descalifican a las instituciones.
Sin embargo, el informe considera al INE como una de las autoridades electorales más sólidas en el orbe y el marco legal mexicano como uno de los mejor diseñados.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; el dirigente de Morena, Mario Delgado, y el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, no atendieron las convocatorias de reunión.