Madrid. Por ejercer un “periodismo con mayúsculas”, practicado además en un clima de “adversidad y violencia”, el jurado de los prestigiosos premios españoles de periodismo José Ortega y Gasset decidió otorgarle el galardón en la categoría de “trayectoria” a Carlos Fernando Chamorro, uno de los informadores más perseguidos y acosados por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
El periodista, que tuvo que exiliarse durante un tiempo y que padece constantemente los ataques a sus medios de comunicación -los últimos hace sólo dos semanas-, aseguró tras conocer el galardón que se trata de “un reconocimiento a la resistencia del periodismo” ante “la peor dictadura de nuestra historia”.
Carlos Fernando Chamorro, nacido en Managua en 1965, recibió el galardón en el apartado de más prestigio, que es el que reconoce la trayectoria y que acredita la labor informativa y deontológica de un periodista durante muchos años.
En sus deliberaciones, el jurado decidió por unanimidad que en esta edición el premiado en esta categoría tenía que ser el periodista nicaragüense, un bastión el periodismo independiente y de investigación que se ha mantenido en pie a pesar de los permanentes ataques del gobierno de Daniel Ortega, quien preside el gobierno de Nicaragua de forma ininterrumpida desde el año 2007 -en su segundo mandato- y al que llegó enarbolando la bandera de lo que fue la Revolución sandinista.
De hecho, la relación de Carlos Fernando Chamorro con el sandinismo viene de lejos, con altibajos y que en los últimos tiempos se ha recrudecido con duros ataques a sus medios; los últimos fueron la semana pasado cuando dos de sus grupos informativos recibieron la visita de la policía de Ortega, que requisaron abundante material de trabajo y allanaron sus oficinas.
Chamorro mantuvo una relación cercana con el Ortega que dirigió la revolución sandinista, en su lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza y hasta trabajó para él en lo que fue su primer gobierno, entre 1985 y 1990. Un gobierno que se vio interrumpido por el triunfo electoral de Violeta Chamorro, madre del periodista y que sería el origen de la ruptura entre el sandinismo oficial y fiel a Ortega con el informador.
La nueva llegada al poder de Ortega, en el 2007 y que se mantiene hasta la fecha, fue también el origen de la persecución permanente de la labor periodística e informativa de Chamorro, convirtiéndose en uno de los objetivos prioritarios del régimen, al igual que otros antiguos y prestigiosos compañeros de la revolución sandinista, como el escritor Sergio Ramírez o el poeta ya fallecido Ernesto Cardenal, que también han sido acosados y denostados por el régimen de Ortega.
De hecho, el jurado de los Premios Ortega y Gasset, y que otorga cada año el diario español El País, destaca en su nota que en enero de 2019, víctima de amenazas por parte del régimen de Daniel Ortega, se exilió en Costa Rica buscando asilo político. Permaneció allí diez meses y volvió a Nicaragua en noviembre de 2019. Y subrayo un hecho del que también expresa su preocupación: “La pasada semana, dos de los medios que dirige -Esta Semana y Esta Noche- el periodista fueron asaltados por segunda vez por la policía, que requisó todos sus materiales de trabajo”.
Por eso el jurado reconoció su trayectoria como un “emblema de la defensa de la libertad de expresión” y destacaron su “capacidad para sobreponerse y enfrentarse al régimen represivo que gobierna el país centroamericano. El suyo es un ejercicio de periodismo con mayúsculas, ejercido ante la adversidad y la violencia”.
El periodista expresó su gratitud y explicó en un mensaje en las redes sociales que “este premio es un reconocimiento a la resistencia del periodismo de Confidencial y de la prensa nicaragüense, ante la peor dictadura de nuestra historia, y a nuestro compromiso con la verdad y la libertad. Espero que este premio contribuya a visibilizar a nivel internacional la crisis de derechos humanos que vivimos en Nicaragua, y la resistencia de la prensa en defensa de la libertad de prensa que, como decía mi padre Pedro Joaquín Chamorro, es la primera de todas las libertades”.
De hecho, desde las páginas de Confidencial se denunció de nuevo los ataques al grupo informativo por parte del régimen de Ortega, que se remontan desde hace años, pero que ha tenido quizá sus episodios más graves en diciembre del 2018, cuando fueron asaltadas las redacciones de Confidencial, Esta Semana, Esta Noche y Revista Niú, y hace dos semanas, con un asalto de la policía en las oficinas de los programas televisivos de Esta Semana y Esta Noche, en la que también hubo incautación de material de trabajo.
Chamorro también quiso recordar en su mensaje de agradecimiento por el galardón “el sacrificio del periodista Ángel Gahona (asesinado en abril de 2018 en Bluefields), la resistencia de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda (presos políticos del régimen de diciembre de 2018 a junio de 2019), que fueron injustamente encarcelados, a todas las víctimas de la represión, y el ejemplo de los periodistas asediados, perseguidos y exiliados, y de los que hoy enfrentan una nueva escalada de criminalización”.
Los otros galardonados en los Premios Ortega y Gasset fueron la ecuatoriana Isabela Ponce (Mejor Historia o Investigación Periodística), los españoles Mariano Zafra, Javier Salas (Mejor cobertura Multimedia) y el fotógrafo Brais Lorenzo (Mejor Fotografía). Cada uno de los galardones está dotado con 15 mil euros y una obra del artista vasco Eduardo Chillida.