Quito. El ex banquero Guillermo Lasso asumió ayer el gobierno de Ecuador con un llamado a la unidad y la promesa de cesar la persecución política.
“Se acabó la persecución política en Ecuador; no he venido a saciar el odio de pocos, sino a saciar el hambre de muchos”, sostuvo Lasso en su discurso ante la Asamblea Nacional, luego asumir el cargo de presidente de Ecuador para los próximos cuatro años, en remplazo de Lenín Moreno.
El derechista afirmó que trabajará en función de todos los ecuatorianos e hizo un llamado a la unidad del país.
En una sobria ceremonia que empezó pasadas las 10 de la mañana (hora local) en la que se adoptaron todas las medidas de bioseguridad, Lasso fue investido en la Asamblea Nacional como el 47 presidente de Ecuador, en medio de aplausos. Entre los asistentes no faltó el grito “Moreno nunca más”, en referencia al ex presidente que llegó al gobierno de la mano del ex mandatario Rafael Correa (2007-2017), pero que terminó distanciándose de él, convirtiéndose en su enemigo político.
En su discurso tras la investidura, Lasso dijo recibir un país con históricos niveles de desempleo, incapacidad para hacer frente a la pandemia, elevados índices de corrupción, alarmantes indicadores de desnutrición infantil y lacerantes desigualdades entre el mundo rural y el urbano.
El mandatario ofreció respetar las funciones establecidas en la ley para la función del Ejecutivo, no concentrar el poder y no perseguir ni callar a nadie.
Reiteró que Ecuador buscará incorporarse como socio pleno a la Alianza del Pacífico y que se abrirá a Tratados de Libre Comercio con sus más grandes aliados.
Lasso prometió un despliegue logístico sin precedente para vacunar a los ecuatorianos contra el Covid-19 y conseguir que la economía se reactive, con el apoyo del sector privado, al cual retó a emprender “sin miedo” la reactivación.
La presidenta de la Asamblea Nacional, la amazónica Guadalupe Llori, hizo un llamado para alcanzar la unidad en la diversidad política y dejar atrás pugnas mezquinas para trabajar por la prosperidad del país.
A la ceremonia de investidura asistieron varios presidentes latinoamericanos, entre ellos el de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y también el rey de España, Felipe VI.
Antes de la ceremonia en el Congreso, Lasso asistió a una misa de acción de gracias en la Catedral Metropolitana.
Lasso deberá lidiar con una economía fuertemente golpeada por la pandemia y la caída de los precios del petróleo, que provocaron que el año pasado la economía se contrajera casi 8 por ciento, en un país cuya deuda pública asciende a 63 por ciento del producto interno bruto, unos 63 mil millones de dólares.
En el ámbito social, recibe también una situación precaria: 32 de cada 100 ecuatorianos viven en situación de pobreza y 15 de cada 100 en pobreza extrema, así como un índice de desempleo de alrededor de 6 por ciento.