El gobierno federal analiza la proyección de un presupuesto multianual para los siguientes tres años para el desarrollo de carreteras en el país con base en la previsión de ingresos, anunció ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sostuvo que, a la par, hay una solvencia presupuestaria para garantizar el resto de obras y programas.
Ante el eventual relevo en el Banco de México, descartó que se esté generando un desajuste interno en esa instancia o en la moneda nacional, pero reiteró que su actual gobernador, Alejandro Díaz de León, no puede repetir en el cargo tras autorizar el crédito para la compra de una planta de fertilizantes que dejó una deuda millonaria. Un funcionario honesto “no hubiese firmado”, subrayó.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, el mandatario refrendó –al ser interrogado sobre si hay una planeación para alejarse de la dependencia de ingresos petroleros– que hay finanzas sanas y no habrá problemas para fondear los programas enfocados al bienestar de la población, así como para la obras prioritarias.
Apuntó que las empresas calificadoras y bancos han proyectado, en sus pronósticos más conservadores, que el país crecerá al menos 5 por ciento en 2021, y la inversión extranjera registró un récord en el primer trimestre, por lo que México pasó del lugar 11 al 7 en la lista de países con mayor recepción.
En la economía, sostuvo, no puede el Estado ser el único promotor del desarrollo y se necesita la participación del sector privado, pero hace falta la regulación para evitar abusos. “Nosotros tenemos una capacidad de inversión de 20 por ciento de lo que requiere de inversión el país, 80 por ciento tiene que conseguirse con la participación del sector privado nacional y extranjero”, señaló el tabasqueño.