Madrid. Un anfibio del tamaño de una salamandra que vivió en el Triásico temprano, tras la mayor extinción en la historia del planeta hace 252 millones de años, ha sido identificado en fósiles de la Antártida.
Se trata del Micropholis stowi, especie de temnospóndilo, grupo de anfibios extintos conocidos a partir de depósitos fósiles en el mundo. En un artículo publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology, Bryan Gee y Christian Sidor, investigadores de la Universidad de Washington, informan sobre la primera aparición de esa especie en la Antártida antigua.
“Antes, sólo se conocía de especímenes sudafricanos”, aseguró Gee. “Ese aislamiento se consideró bastante típico de los anfibios en el hemisferio sur durante el Triásico temprano. Cada región (Sudáfrica, Madagascar, Antártida, Australia) tendrá su propio conjunto de especies de esos animales. Ahora, vemos que Micropholis estaba más extendido de lo que se admitió”.
De más de 30 anfibios del Triásico temprano en el hemisferio sur, Micropholis es sólo el segundo encontrado en más de una región, según Gee. Eso es sorprendente dada la geografía de la Tierra. En esa etapa, la mayoría de los continentes de la Tierra estaban conectados como parte de una gran masa continental, Pangea. Lugares como Sudáfrica y la Antártida no estaban tan separados como ahora, y pueden haber tenido climas similares. Algunos científicos teorizan que estas regiones cercanas podrían albergar diferentes especies de anfibios como consecuencia de la extinción masiva del final del Pérmico.
“Se había propuesto que sólo había pequeñas poblaciones de sobrevivientes y un bajo movimiento de especies en el Triásico temprano, lo que podría haber explicado estas diferencias regionales”, señaló Gee en un comunicado.
Encontrar Micropholis en dos regiones puede indicar que esta especie era un “generalista” –adaptable a muchos ambientes– y podría propagarse fácilmente después de la extinción masiva.
Alternativamente, es posible que muchos otros anfibios realmente vivieran en múltiples regiones, como Micropholis, pero los paleontólogos aún no han encontrado evidencia. Si bien algunas regiones del hemisferio sur como Sudáfrica se han muestreado bien, otras no, como la Antártida, que en el Triásico temprano era relativamente templada, pero en la actualidad está cubierta en gran parte por capas de hielo.
Recolección
El equipo de Sidor recolectó cráneos y otras partes frágiles del cuerpo de cuatro ejemplares durante un viaje de recolección de 2017-2018 a las Montañas Transantárticas. En 2019, Gee acordó ir a la Universidad de Washington para dirigir el análisis de fósiles tras concluir su doctorado en la Universidad de Toronto.
Sidor entregó los fósiles y un microscopio a Gee, quien analizó los especímenes en su casa por las medidas de distanciamiento social.
“El microscopio fue la pieza esencial para identificar las características anatómicas a pequeña escala que necesitamos a fin de probar que se trataba de fósiles de Micropholis”, concluyó Gee.