El río de lava que descendía de las laderas del volcán Nyiragongo, en República Democrática del Congo, se detuvo ayer a cientos de metros de los suburbios de la ciudad de Goma, cuyos habitantes retornaban de manera progresiva a sus casas. La erupción del sábado por la noche tomó por sorpresa a todos, incluidas las autoridades. Según un balance provisional, 15 personas murieron. El frente de lava, negruzco e inestable, del cual emanaban llamas y fuertes vapores, engulló en su avance varias viviendas. Diego Zorrilla, funcionario local de la ONU, informó que cuatro pueblos fueron destruidos por la lava, y agregó que la organización apoyará al gobierno con ayuda humanitaria. Pese a que en Goma se han sentido 10 pequeños sismos desde la erupción, los niños salieron a jugar con el material emanado del volcán. Foto Afp