Ciudad de México. Independientemente de que este año crezca la economía de América Latina, “se van a acumular rezagos en el área social y de pobreza, una situación que ya no era buena” en la región, aseguró Alejandro Werner, quien se jubila como director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una entrevista interna, dijo que en 2025 el nivel de ingreso per cápita de los países latinoamericanos “probablemente sea similar al que veíamos en 2015, lo que muestra también un problema de agudización de la pobreza, de deterioro en la distribución del ingreso”.
Expuso que, según los estimados del FMI, las campañas de vacunación, la fuerte recuperación que se espera para la economía de Estados Unidos y China, los incrementos de los precios de las materias primas, así como las bajas tasas de interés a nivel internacional ayudarían a que la recuperación en América Latina en la segunda mitad de 2021 “sea bastante fuerte y que termine siendo un buen año para la región”.
El organismo prevé que la región crezca entre 4.5 por ciento y 5 por ciento, dijo Werner. No obstante, la caída en 2020 fue de alrededor de 7 por ciento, por lo que al menos este año no se logrará regresar a los niveles de actividad económica que había antes de la pandemia.
Consideró que los “principales retos” que quedan en la región luego de la Covid-19 son el crecimiento, porque sin éste “es difícil establecer un contexto en el cual estos indicadores sociales puedan mejorar de manera importante”, a la vez se requiere fortalecer las políticas sociales en salud, educación y combate a la pobreza para mejorar la situación social de los países.
“Como salimos de la pandemia con niveles de deuda y déficits elevados, en la medida que la economía se vaya normalizando, también habrá que normalizar las finanzas públicas”, abundó.
Otro desafío es la educación, porque América Latina es una de las regiones en las que se ha perdido el mayor número de días de clases presenciales. “Y estas interrupciones de la educación muchas veces tienen efectos permanentes en la vida de los niños y de los jóvenes que están sujetos a estas pérdidas de instrucción”.
Subrayó que son necesarias medidas que compensen la pérdida en educación en los últimos 14 meses “para limitar los efectos sobre el crecimiento económico, pero también sobre la distribución del ingreso, la pobreza, etcétera, que estas pérdidas en educación pueden tener en los próximos años”.
Sobre el vínculo del FMI con América Latina, consideró que el organismo “se ha movido a pensar sobre el concepto de estabilización macroeconómica como un concepto más amplio, en el cual no solo es suficiente estabilizar las variables financieras, sino también proteger y mejorar ciertos indicadores sociales, aún durante procesos de estabilidad macrofinanciera”.