Dar marcha atrás a la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el valle de México –tal como lo habían exigido 15 suspensiones provisionales otorgadas por distintos juzgados a ciudadanos– no sólo era algo complicado, sino prácticamente imposible; era volver a rutas de llegada y aproximación consideradas por pilotos extranjeros como unas de las más inseguras en el mundo, explicó Santiago Mijail Ávila Cortés, controlador de Tránsito Aéreo y líder del proyecto.
En entrevista con este medio detalló que independientemente de la entrada en operación del aeropuerto de Santa Lucía, se debía rediseñar el espacio aéreo del centro del país porque el previo era obsoleto. Desde 2005 se ha implementado en varios aeropuertos de México la Navegación Basada en la Performance (PBN, por sus siglas en inglés), la cual utiliza satélites para hacer más preciso el control de las aeronaves.
El 25 de marzo entró en operación la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el valle de México basado en la PBN. Implicó un nuevo trazado que acarreó mayores niveles de ruido en algunas zonas de la Ciudad y el estado de México y 15 amparos que resultaron en una sentencia de suspensiones provisionales que requerían a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano regresar a las rutas previas. Los recursos fueron revocados el viernes pasado por el décimo tribunal colegiado en materia administrativa de la Ciudad de México por considerar que pueden afectar el interés social.
Ávila Cortés, como líder de la primera etapa del rediseño, explicó que regresar al modelo previo era complicado porque los cambios no sólo consistieron en mover rutas que salen o llegan a la Ciudad de México, sino todas aquellas que pasan por el centro del país; por otro lado era “imposible” dado que las trayectorias de entrada y aproximación previas eran más inseguras.
“Siempre ha habido incidencias” y actualmente estos indicadores están en niveles similares a los de Estados Unidos, agregó. Con el nuevo diseño se han registrado dos situaciones graves, ninguna coincide con las reportadas en redes sociales.
Explicó que el espacio aéreo en operación desde marzo pasado es perfectible y se harán algunas modificaciones en el tramo que pasa encima de La Herradura, en Huixquilucan, para que los aviones naveguen a una mayor altitud, pero en general para reducir del todo el ruido “tendríamos que cerrar el aeropuerto” Benito Juárez.