México comenzó a tejer la estrategia para convertirse en productor de litio, esto mediante una serie de acciones que incluyen el control de varios yacimientos, asesoría de un país con experiencia, un tratado comercial que reconoce el potencial y hasta facilidades para establecer una fábrica de baterías eléctricas.
Si bien la Secretaría de Economía, por medio de su titular actual Tatiana Clouthier, y la anterior, Graciela Márquez, ha hecho un llamado a la mesura, pues aún no hay producción de este material en el país, desde el gobierno federal el presidente Andrés Manuel López Obrador ha solicitado ayuda a Bolivia, uno de los más grandes productores de litio.
El mandatario aseguró que la dependencia ya elaboró un primer estudio sobre el litio en México; sin embargo, al ser consultada al respecto no emitió respuesta.
Paralelo a esto, el gobierno mexicano se ha hecho del control de cuatro yacimientos de litio de 11 identificados con potencial, por medio del Servicio Geológico Mexicano, los cuales están ubicados en Sonora, Jalisco y Puebla.
En su momento, el entonces subsecretario de Minería (instancia hoy desaparecida), Francisco Quiroga, justificó la decisión diciendo que el litio es un mineral que tendrá una importancia estratégica, por lo que es necesario tener el mayor control posible. Esto debido a que está llamado a ser el petróleo del futuro por su importancia en la fabricación de baterías eléctricas.
Curiosamente, hace unos días, la secretaria Clouthier informó que México alista su primera fábrica de baterías eléctricas, la cual será instalada por una empresa privada de la cual no quiso revelar el nombre, pero que será clave para que el país pueda cumplir con normas de la industria automotriz plasmadas en la T-MEC.
“Si las cosas salen bien, en unos meses estaremos poniendo la primera piedra para una empresa que se instalaría para la producción de baterías”, sostuvo la funcionaria luego de reunirse con sus pares de EU y Canadá para evaluar el primer año del tratado.
La importancia de la fábrica radica en que el T-MEC establece que la batería de litio es uno de los siete componentes esenciales para acreditar 75 por ciento de contenido regional en la manufactura de autos eléctricos, esto con el fin de que puedan comercializarse en los tres países libres de aranceles.
No obstante, el reto está en lograr producir litio, mineral del que actualmente no se ha extraído un solo gramo, aunque desde hace más de un año la mirada está puesta en Sonora, donde una empresa inglesa de nombre Bacanora Lithium desarrolla un proyecto a expensas de un yacimiento considerado con gran potencial.
Dicha empresa tiene un plan de inversión de 420 millones de dólares y espera comenzar a producir litio a partir del próximo año.
Más allá del proyecto de Bacanora, Tatiana Clouthier ha señalado que no se sabe con exactitud la magnitud de los yacimientos de litio en México, pues los resultados de exploración de los cuatro yacimientos que tienen bajo el control el gobierno pueden darse hasta dentro de tres o cuatro años. “Hay especulaciones respecto de la cantidad que tenemos, pero todavía no está comprobado”.