Estudiantes que comenzaron su vida universitaria en la pandemia de Covid-19, que no han podido tener la experiencia de estar en las aulas de manera presencial, han desarrollado altos niveles de ansiedad, preocupación y sorpresa, de acuerdo con un estudio elaborado por Ligia Tavera-Fenollosa, profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales México, y Carlos Martínez Carmona, académico dela Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En los resultados de la investigación, publicados en la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios, que incluye datos de encuestas y un grupo focal con la participación de estudiantes de los primeros semestres de la FCPS, los científicos sociales destacaron que los quiebres más profundos se han dado “a nivel de la experiencia y en la dimensión emocional, con importantes huellas en el ámbito de la socialidad y la sociabilidad”.
Nuevas plataformas de aprendizaje
Por otra parte, Martínez Carmona indicó en entrevista que un factor en común expresado por los jóvenes, es que dedican “mucho esfuerzo a las actividades a distancia, pero aprendían menos que en la modalidad presencial”.
No obstante, también destacaron que han desarrollado nuevas formas de aprendizaje, al conectarse en diferentes plataformas y hacer actividades grupales a distancia, entre otras.
Señaló que estar todo el tiempo frente a una computadora, celular o dispositivo para atender las clases “les generó distanciamiento con sus demás compañeros”. La convivencia, la identidad y “todos los elementos que confluyen en un espacio universitario no se concretaron, a pesar de que cuentan con medios digitales, como las redes sociales”.
Alertó que, de acuerdo con los estudios que han realizado, se prevé que será difícil “la etapa de transición de contacto”, el rencuentro de los estudiantes, una vez que se reanuden las clases presenciales.
“El confinamiento genera un distanciamiento que se profundizó a partir de las estrategias de enseñanza y aprendizaje, así como la imposibilidad de cercanía física acostumbrada.”
Martínez Carmona añadió, no obstante, que la familia ha sido un respaldo importante para los jóvenes en el sentido emocional, en cuanto a facilitar que continúen sus estudios, prácticamente no salir de casa y mantener las medidas sanitarias durante el confinamiento.