En Chiapas “es más peligroso ser estudiante y normalista que narcotraficante”, afirmaron alumnos de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá, quienes demandaron la libertad de sus 91 compañeros y de dos habitantes desplazados del ejido Puebla, del municipio de Chenalhó, detenidos el 18 de mayo y trasladados al penal de El Ámate, ubicado en esa entidad, la noche del pasado miércoles. Los educandos exigen además que el examen de ingreso a esa normal sea presencial y por escrito, no virtual.
VIDEO: Normalistas de Jalisco exigen la liberación de sus compañeros de Mactumactzá.
En entrevista con La Jornada, normalistas que viajaron en una brigada a la capital del país para iniciar una jornada nacional de denuncia, afirmaron que “nosotros sólo tenemos un sueño: ser maestros y llevar la educación a donde ni siquiera existe la señal de Internet. A veces en las ciudades se olvida que hay lugares donde la pobreza es inimaginable, donde hay muchas barreras para aprender, para comunicarse, para llegar hasta donde hay un transporte público”.
Sostuvieron que el pasado martes, cuando llevaron a cabo un volanteo en la caseta San Cristóbal-Tuxtla Gutiérrez para exigir que el examen de ingreso a la normal se aplicara por escrito y no en línea, como estableció la Secretaría de Educación local, “hacíamos una protesta pacífica, pero la respuesta fue reprimirnos y meter presos a nuestros compañeros”.
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, estudiantes normalistas, padres de familia e integrantes de organizaciones sociales realizaron un acto de protesta frente a la Fiscalía General del Estado (FGE), así como una campaña de difusión en diversos puntos de la ciudad y bloquearon la carretera San Cristóbal-Ocosingo-Palenque para exigir la liberación incondicional de sus compañeros.
Con una manta en la que se leía: “si no hay libertad no habrá elecciones”, los manifestantes se apostaron la tarde del sábado frente a las instalaciones de la FGE, ubicadas en el norte de la capital del estado. “Esos jóvenes presos (entre ellos 74 mujeres) sólo sueñan en prepararse y tener una sociedad mejor, pero en nuestro país eso es un delito”, dijo un padre de familia.
Sólo quieren aprender
María Santis, madre de una de las jóvenes arrestadas, expresó su enojo y dolor por la detención de los estudiantes normalistas, y demandó su inmediata libertad. “Ellos sólo quieren aprender, ¿por qué les hacen esto? ¿Por qué no lo hacen con los que roban, con los que matan, con los que de verdad hacen cosas malas? ¿Por qué nosotros? Sólo por ser pobres, por querer levantar la voz, por querer defender nuestros derechos como gente indígena”. A los que están haciendo esto, clamó, “quisiera decirles, será que tienen corazón como ser humano, será que no tienen hijos, ¿por qué nos pisotean así? Exijo como mamá que ya liberen a nuestros hijos, ¿por qué les hacen esto? ¿Sólo por querer aprender? Porque nos ven mujer, porque no sabemos hablar, porque no sabemos defendernos. Sí me enoja, y a nuestros hijos que quieren aprender, les hacen esto, encerrarlos”.
Por la noche, profesores de la sección 7 de Chiapas informaron que hoy a las 10 horas realizarán en el municipio de Cintalapa una conferencia de prensa, para luego emprender una marcha y mitín con padres de familia y estudiantes normalistas de Mactumactzá, como parte del plan de acción emergente para exigir la libertad de los detenidos.
Integrantes de la brigada que se desplazó a la Ciudad de México señalaron que las estudiantes “han sufrido abusos, las tocaron y agredieron, hay denuncias de que las mismas policías mujeres las golpearon. Los compañeros también denuncian malos tratos, cuando no son delincuentes, somos hijos de campesinos, personas humildes, de bajos ingresos que venimos de comunidades muy pobres, donde ni se sueña con tener Internet, mucho menos una computadora”.
La Normal de Mactumactzá, afirmaron, es “nuestra única esperanza para tener estudios superiores. Cada año recibimos más de mil solicitudes de ingreso para 120 espacios, por eso la prioridad es darles esa oportunidad, porque la escuela nos brinda un lugar donde estudiar, donde quedarnos, donde comer y salir adelante”.
Recordaron que al egresar de la normal “vamos a pueblos en los que ni el gobierno sabe el nivel de escasez que se enfrenta para atender escuelas multigrado. Sin embargo, pedir un examen escrito y presencial se volvió un delito, porque tenemos a 91 de nuestros compañeros presos por exigir ese derecho”.