El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió el jueves con los ministros Arturo Zaldívar, Jazmín Esquivel y José Luis González Alcántara, a quienes expuso los riesgos de la decisión de jueces al haber suspendido la aplicación de la ley eléctrica y la de hidrocarburos.
Ante ese panorama, el mandatario no descartó buscar un encuentro con otros ministros –“de los que no nos ven con buenos ojos”– para explicarles que el rechazo a la Ley de la Industria Eléctrica significa restar seguridad a las líneas de transmisión.
“Si tenemos una sobrecarga y tenemos un problema, pues que lo sepan, que una decisión que ellos tomen, contraria al interés nacional, puede ocasionar un daño”, señaló.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió el 11 de mayo la demanda de acción de inconstitucionalidad promovida por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), en contra de las reformas a la ley en mención, promovidas por el Ejecutivo. Más de 50 empresas se ampararon para evitar la aplicación de esa norma.
En cuanto al caso Tamaulipas, López Obrador urgió a la SCJN a resolver “lo más pronto posible” y sin ambigüedades, “si el señor (Francisco Javier García) Cabeza de Vaca tiene fuero o no” y “que el Poder Judicial asuma su responsabilidad, que todos actuemos de manera responsable”.
Sobre el primer asunto, el Presidente comentó que tenía tiempo de no platicar con Esquivel y González Alcántara, a quienes él propuso para el cargo.
Además de los asuntos propios de ambos poderes, dijo en conferencia de prensa, también hay otros casos que nos importa mucho que ellos conozcan de manera directa.
“(Los jueces de distrito) Nos rechazaron una ley para la seguridad de las líneas de transmisión y lo hicieron –no estos ministros, otros– sin tener todos los elementos, yo diría beneficiando, privilegiando el interés personal, el interés individual, el interés privado”, acusó el mandatario.
Reiteró que a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no se le puede dar el mismo trato que a una empresa privada, de ahí que se requiere su fortalecimiento para asegurar la prestación del servicio porque “hay diablos, no diablitos, que se cuelgan de la línea; no se vaya a mal pensar, pero empresas muy grandes se cuelgan, no pagan la transmisión y ello significa una sobrecarga para las líneas, y puede ocasionar apagones y afectar a todos”.
Entonces, lamentó, un ministro “de los que no nos ven con buenos ojos decidió rechazar nuestra propuesta y, con ello, restarle importancia al interés público como lo hacían en la política neoliberal”. No obstante, dijo que está dispuesto a reunirse con ellos, pese a que mantienen una posición conservadora, porque la fortaleza de la CFE es un asunto de seguridad nacional.
“Imagínense si se permite que todo mundo se conecte a las líneas de alta tensión... si tenemos una sobrecarga y tenemos un problema, pues que lo sepan y que haya un deslinde de responsabilidades”. La Cofece, agregó, es la que está en contra de las empresas públicas, con el argumento de que son monopolios.