Las entidades financieras internacionales “no deben financiar la violencia, el despojo y la muerte”, aseguró Berta Zúñiga, coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares de Honduras (Copinh) e hija de Berta Cáceres, activista medioambiental y líder indígena del pueblo Lenca, que fue asesinada en marzo de 2016 por su lucha en contra de un proyecto hidroeléctrico.
En conferencia de prensa virtual, integrantes de la Copinh, el bufete Global Justice Association y organizaciones de Holanda celebraron la cancelación del préstamo por 60 millones de dólares que el Banco de Desarrollo Holandés (FMO) había otorgado al banco Ficohsa.
Dieron a conocer que hay “chats e intervenciones de comunicaciones” expuestas en el juicio contra uno de los implicados por el asesinato de Cáceres, los cuales “comprueban la existencia de financiamiento e involucramiento del Banco Ficohsa al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca y su responsabilidad con los hechos de violencia que llevaron al asesinato de Berta Cáceres. A pesar de su reiterada negación por parte de Ficohsa”.
El homicidio de la luchadora social, cuyo caso cobró notoriedad internacional, es acompañado por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).
Zúñiga destacó que todas las entidades financieras tendrían que respetar los derechos humanos de las comunidades y dejar de aportar recursos para proyectos no consensuados con los pueblos originarios, los que aunque se promueven como acciones a favor del desarrollo, en realidad sólo generan despojo, pobreza y destrucción.
“La suspensión de este préstamo representa un logro popular y sienta un precedente. Debería ser un llamado de atención para que otros bancos que invierten en proyectos extractivos sin consentimiento (de los pueblos) hagan lo mismo”, se señaló en el encuentro.
Ante ello, exigieron el esclarecimiento de las responsabilidades de “los bancos Ficohsa, Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE y banco FMO en los hechos de violencia sufridos por la comunidad indígena Lenca de Río Blanco y el asesinato de Berta Cáceres”.