San Salvador. Estados Unidos anunció ayer que redirigirá la cooperación que proporcionaba a la policía y otra entidad estatal de El Salvador a la sociedad civil para combatir la corrupción, tras cuestionar decisiones del Congreso afín al presidente Nayib Bukele.
Estados Unidos se distanció de Bukele luego de que la recién instalada Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, destituyó el 1º de mayo a varios magistrados y al fiscal general, provocando la condena internacional y de sectores de la oposición, que denunciaron atropello a la separación de poderes.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) reorientará la asistencia a la Policía Nacional Civil y el Instituto de Acceso a la Información Pública, informó en un comunicado Samantha Power, administradora del organismo.
La agencia de cooperación asegura que “tiene profunda preocupación” por la decisión que adoptó la Asamblea Legislativa salvadoreña, y expresó “preocupaciones mayores sobre la transparencia y la rendición de cuentas”.
Usaid aseguró que el financiamiento “ahora se utilizará para promover la transparencia, combatir la corrupción y monitorear los derechos humanos” en conjunto con la sociedad civil salvadoreña y organizaciones de derechos humanos.
“El respeto hacia un poder judicial independiente, el compromiso con la separación de poderes y una sociedad civil fuerte son componentes esenciales de cualquier democracia”, subrayó Usaid.
Días antes, la vicepresidenta estadunidense, Kamala Harris, afirmó que Washington debía “responder” a las decisiones adoptadas en El Salvador.
“Qué bueno que (las organizaciones civiles) reciban financiamiento extranjero, porque del pueblo salvadoreño no recibirán ni un centavo”, respondió ayer Bukele en Twitter, y agregó: “Cada quien invierte en sus prioridades”.