Latinos, rockeros, patineteros y fans de la astrofísica, así son Carly y Mateo de la película Blast Beat de Esteban Arango, protagonizada por los hermanos de la vida real Mateo y Moisés Arias se estrenó ayer en cines y video a la carta (bajo demanda).
El director colombiano tomó como punto de partida su propia experiencia como un joven migrante latino en Estados Unidos a finales de la década de 1990.
“Tiene mucho de autobiográfico, pero no solamente mío sino de mi familia, mis amigos colombianos y demás países latinoamericanos”, dijo Arango en una entrevista por videollamada desde Los Ángeles, donde reside. “Muchos éramos parte de esa generación que fue desplazada... (por) la tensión política por la que pasaba no solamente Colombia sino Venezuela, Argentina, Perú, durante esa época”.
Al igual que el hermano mayor de la familia de la película, Carly (Mateo Arias), Arango es rockero y gran parte de la banda sonora es de la extinta agrupación Synapticide, de la que formó parte en sus inicios. Y además de ser metalero, a Carly le encanta la astrofísica y su sueño es trabajar para la NASA, mientras que Arango estudió ingeniería y su coguionista Erick Castrillón es “fanático” de la exploración espacial. El hermano de Castrillón fue otra de las inspiraciones de la película: estudió ingeniería espacial mientras el proyecto crecía de un cortometraje a un largometraje estrenado en Sundance a comienzos del año pasado.
Música y ciencia
Por medio de la música y la ciencia, Blast Beat presenta personajes y ambientes muy diferentes a los estereotipos que suelen verse en la pantalla estadunidense.
“Las películas que yo veía de Hollywood que representaban a Latinoamérica siempre eran como la selva, o la salsa, y no veía nada más”, señaló el director, quien deseaba mostrar que ciudades latinoamericanas como Bogotá, Buenos Aires, México y Lima son “muy cosmopolitas y muy sofisticadas donde se manejan ideas y se manejan aspiraciones más grandes”.
Todo cambia para la familia cuando Carly y Mateo tienen que dejar Colombia por amenazas de extorsión a su familia. Su padre, interpretado por Wilmer Valderrama, ya se encuentra en Estados Unidos y ellos van a alcanzarlo para buscar asilo, perdiendo su estatus económico y la seguridad con la que se manejaban, y enfrentando incidentes de discriminación en el caso de Mateo (Moisés Arias), quien pasa de ser un chico grafitero a enfrentarse a bribones en la escuela.
“Fue difícil realmente sentirme como un chico joven e inmaduro de nuevo, pero se lo dejé todo al personaje de Mateo, Carly, para equilibrar toda esa energía”, mencionó Moisés Arias, quien a sus 27 años interpreta a un adolescente rebelde.
El cambio de una posición más privilegiada en Colombia a algo más modesto también lo vivieron como producción cuando cambiaron de locación de Bogotá a Atlanta. Arango señaló que mientras en su país natal sentía que tenía todos los recursos necesarios, en Atlanta tuvieron que ajustar su presupuesto: “Empezamos a ver cómo las cosas se complicaban más y teníamos que empezar a resolver un poco más creativamente los problemas”.
“En su cabeza Carly es el que dice ‘vamos a triunfar’ porque dice ‘iré a la NASA, vamos a hacer que suceda, tengo una visión clara’. Y el personaje de Mateo (Moisés Arias) es exactamente lo opuesto, es la fuerza que equilibra que dice ‘Colombia es donde estamos, de ahí venimos. ¿Para qué nos vamos? ¿Qué vamos a hacer en Estados Unidos?’”, dijo.
También actúa en la película la estrella de la música urbana Kali Uchis, quien hace su debut en el cine como la novia de Carly. Kali Uchis es colombiana y creció en Estados Unidos. Su éxito Telepatía está incluido en la película.