Todo apunta a que la reactivación económica toma forma e impulso, y México deja en el pasado la recesión, tras un año de pandemia. Como lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, “se cumplen los pronósticos de crecimiento; las calificadoras, organismos financieros y bancos coinciden en que vamos a crecer de 5 a 6 por ciento” en 2021, con miras a que ese ritmo se mantenga.
Como parte de los buenos resultados, en la mañanera de ayer el mandatario informó que de enero a los que va de mayo “se recaudaron un billón 813 mil 241 millones de pesos”, 200 mil millones más que en igual periodo de 2020, lo que se traduce en un incremento de 8.2 por ciento en términos reales. Por ingresos tributarios, un billón 508 mil millones, 8.8 por ciento superior en términos reales. “Tenemos finanzas públicas sanas, se está calentando la economía y tenemos que cuidarla”. Además, expresó, “no sólo no ha habido devaluación, sino que se ha apreciado el peso”.
El optimismo presidencial es compartido en otras áreas, como entre los analistas del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, quienes subrayan que, “a pesar de la complejidad económica y sanitaria mundial, durante el primer trimestre de 2021 se presentó una ligera recuperación de la actividad económica. Esto ocurrió no obstante que se registraron nuevas olas de contagios de Covid-19 en diversas regiones del mundo. Las perspectivas de crecimiento mundial son optimistas”.
En su análisis, del que se toman los siguientes pasajes, el CEFP detalla que en el primer trimestre de 2021 la economía mexicana continuó con signos de recuperación. El proceso de vacunación en el país genera mayor certidumbre que se reflejó en mejores estimaciones de crecimiento. “En el entorno macroeconómico, la mejoría estimuló la demanda de consumo privado interno, registrando en enero un alza acumulada de 22.4 por ciento, respecto a mayo de 2020; de forma paralela, las ventas en tiendas departamentales y de autoservicio de la Antad se incrementaron 3.9 por ciento real, la cifra más alta desde febrero de 2020”.
Respecto a las plazas laborales canceladas como consecuencia del confinamiento, al cierre de marzo pasado se habían recuperado 96.5 por ciento de los empleos formales registrados antes de la pandemia. Tal mejoría en la economía impactó positivamente en las cuentas fiscales del primer trimestre.
Las finanzas públicas observaron un comportamiento que se compara de manera favorable con lo previsto para el primer trimestre, ya que los ingresos presupuestarios se ubicaron por arriba de lo presupuestado y también respecto a lo recaudado en 2020. “Derivado de lo anterior, la evolución del gasto reveló un manejo precautorio de las erogaciones públicas, aun cuando se busca atender las eventualidades de la emergencia sanitaria (tales como la compra de vacunas) y económica por la que atraviesa el país”. Adicionalmente, la inversión fija bruta reportó un crecimiento mensual de 3.3 por ciento en enero y un aumento de 39.2 por ciento respecto al nivel mínimo reportado en mayo de 2020.
El CEFP estima que “el adelanto en las condiciones económicas redundó en una postura fiscal conveniente que puede apoyar la recuperación económica, en virtud de que las finanzas públicas conservaron su estabilidad, con resultados que se comparan de manera favorable con las estimaciones previstas para el periodo, a lo que contribuyó la optimización de la eficiencia recaudatoria y el cobro de impuestos a grandes contribuyentes”.
De manera complementaria, al comparar la captación de Petróleos Mexicanos reportada en igual periodo de 2020, se observa un significativo ascenso de 155.3 por ciento real, que se asocia principalmente con el incremento de 7.4 por ciento en el precio del crudo.
Se espera que estos resultados apuntalen el proceso de recuperación económica de 2021, a pesar de la crispación en el ambiente político, que se agudiza por el proceso electoral, y de la confrontación entre los distintos intereses económicos en el país, que podrían ocasionar episodios de volatilidad.
Las rebanadas del pastel
Qué lástima, el simpático Javier Lozano Alarcón, otra vez en el desempleo, aunque su chamba como vocero del ahora prófugo Francisco García Cabeza de Vaca le duró un poquito más que la de la Coparmex. Pero, bueno, como él mismo dice: “para pendejo no se estudia; envasado de origen”.