La escritora mexicana Valeria Luiselli obtuvo el Premio Literario Dublín 2021 por su novela Lost Children Archive, informó ayer Hazel Chu, alcalde de la capital irlandesa.
La narradora, en entrevista telefónica desde Nueva York, destacó que “este premio tiene algo muy especial: no está amarrado a la velocidad del mercado editorial, sino a la de los lectores, porque te nominan las bibliotecas”.
Sostiene que le da mucho gusto, pues “lo único que uno pide mientras escribe un libro es saber escribirlo, poder llegar al final. Una vez terminado el deseo es que signifique algo para otros, que resuene en los lectores a cuyas manos llega, aunque no tenga que ver con su experiencia”.
La narradora recibirá 100 mil euros del galardón, en el que superó a finalistas como la también mexicana Fernanda Melchor y la británica Bernardine Evaristo, quien en 2019 compartió el Premio Booker con Margaret Atwood.
Luiselli menciona que “los libros son un soporte vital, nos dan herramientas para entender la complejidad del mundo con más lucidez. En el proceso de escritura, es inevitable encontrar cosas dolorosas cuando realmente haces un examen profundo de conciencia, de la realidad; ahí empieza a valer la pena ese trabajo. Lo demás es cualquier cosa”.
Sobre su novela galardonada, traducida como Desierto sonoro en el sello Sexto Piso, la también ensayista la ubica en “la tradición de los libros de viaje y en el subgénero más contemporáneo, el muy gringo road trip (viaje por carretera), pero es también un anti road trip, que narra no la historia de libertad y descubrimiento de Kerouac, sino la de todo lo que se destruye en ese mismo camino.
“Estados Unidos se hizo, supuestamente, descubriendo el vacío y civilizando la barbarie. Esos mitos ignoran la realidad de esa fundación, que es también el genocidio y la destrucción de las culturas ya existentes aquí. Ese libro hace ese mismo viaje este-oeste, pero con bastante desilusión y tristeza, viendo un mundo fundamentalmente jodido.”
Concluye que “la buena ficción resiste a toda fórmula”, y que la suya es “una novela que se pregunta sobre el papel de la ficción en una realidad en crisis”.
Temas incómodos
Durante la conferencia en línea, Mairead Owens, bibliotecaria de Dublín, destacó que los libros finalistas de este año expandían la lectura a algo más de lo confortable: “Tópicos como racismo, diversidad y niños cruzando la frontera mexico-estadunidense, aprendiendo cómo viven otras personas y los retos que encaran; es sorprendente esta lista de libros”.
Además de Luiselli, los finalistas del premio patrocinado por el Ayuntamiento de la capital irlandesa, elegidos entre 49 propuestos, fueron: Girl, Woman, Other, de Bernardine Evaristo; Apeirogon, de Colun McCann; Hurricane Season (Temporada de huracanes), de Fernanda Melchor; On Earth We’re Briefly Gorgeous, de Ocean Vuong, y The Nickel Boys, de Colson Whitehead.
En su discurso de recepción del reconocimiento, Luiselli refirió que teme “un mundo sin ficción, en el que no compartamos un espacio colectivo, un espacio de imaginación; por eso he dedicado mi vida al improbable arte de hacer ficción”, y agradeció a la Biblioteca Villa de Gracia, en España, que la nominó para el galardón.
Añadió que “sin los libros no podríamos haber atravesado estos meses. Si nuestros espíritus encontraron renovación, fuerza, para seguir adelante, y mantuvimos el entusiasmo por la vida, es gracias a las palabras que nos dieron los libros. Cada vez encontramos solaz en la compañías que viven en nuestras estanterías”.
Para ella, la ficción es una de las actividades humanas “más difíciles, pero cuando es impulsada por un deseo profundo es una de las más gozosas. También es algo muy cercano a la intuición corporal, que sentimos cuando nuestra mente es capaz de perforar la malla del presente e imaginar un lugar, algo distinto”.
El narrador y periodista irlandés Colm Tóibín presentó la novela ganadora, a la que definió como “estudio cercano de los dos niños que van en la parte trasera del auto, un niño de 10 y una niña de cinco, y sus respuestas y percepciones, sus complejas mentes y emociones, su habilidad para escuchar”.
Además, señaló: “cuenta la historia que ya narraron Cervantes, Kerouac, Conrad y otros: qué pasa en el espíritu humano en el camino y de qué manera el largo viaje pone en peligro lo que era estable y acordado de forma consciente y natural”.