Na Lola dejó su lugar en el público y avanzó hasta el templete donde se encontraba Héctor Yodo y los demás integrantes de su planilla que buscan gobernar el municipio de Juchitán en el próximo trienio. Su avanzada edad no le impidió alcanzar al candidato y decirle que contara con su apoyo, que estaba orgullosa de que los ideales por los que ella y otras mujeres lucharon en los años gloriosos de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (Cocei) volvieran a recorrer las calles del lugar que la vio nacer. Días después un vecino, también de avanzada edad, lo ve pasar repartiendo propaganda frente a su casa y sale a saludarlo portando una camiseta donde puede mirarse la imagen de Víctor Pineda Henestrosa –Víctor Yodo–, padre del candidato, desaparecido el 11 de julio de 1978, por asesorar campesinos. La memoria histórica y la decencia política se juntan y la utopía vuelve a recorrer las calles.
Ser el candidato de un partido que prometió un cambio y en sus pocos años de vida ha privilegiado una política de continuidad no es cosa fácil. Primero tuvo que superar el acuerdo entre Manuel Bartlett Díaz y Mario Delgado, para que la candidata fuera Gloria Sánchez López, ex presidenta municipal, hermana de Héctor Sánchez López, el dirigente de la Cocei que siendo presidente municipal de Juchitán recibió a Carlos Salinas de Gortari mientras sus compañeros de partido eran asesinados por el gobierno que éste encabezaba, el que apoyó al gobierno de Ulises Ruiz durante el movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y después llamó a votar por su delfín Eviel Pérez Magaña para que lo sucediera en la gubernatura. Algo sucedió que a última hora se rompió ese pacto y ella fue a parar al Partido Redes Sociales Progresistas, mientras Emilio Montero, el actual presidente municipal, se fue al Partido del Trabajo (PT).
Ya como candidato, Héctor Yodo ha realizado una campaña a ras de suelo, sin recursos, porque desde un principio en el partido le dijeron que no habría, incluso contra la actitud del presidente de Morena en el estado, que apoya al candidato del PT. Esta situación ha sido superada con el trabajo de muchos hombres y mujeres, jóvenes y maduros, que hacen un trabajo desinteresado, sólo porque anhelan un cambio. Esta actitud tiene su contraparte en una campaña sucia inventada porque no tienen forma de demostrarle alguna irregularidad. Sus enemigos lo acusan de ser inexperto en política, lo cual en lugar de ser una desventaja resulta un acierto, porque la gente no lo ve como un hombre que usa la política para satisfacer sus ambiciones, sino como alguien que vive de su trabajo como profesor y busca servir a la gente. Su único cargo de elección popular ha sido el de secretario de finanzas de la sección 22, donde entregó buenas cuentas. De hecho, ningún miembro de su planilla ha incursionado en la política, pero todos tienen experiencia en la cartera para la cual han sido convocados. Al contrario de otros candidatos, ellos sí van a las colonias y secciones donde viven, platican con la gente, les comentan lo que planean hacer y éstos les dicen lo que esperan de ellos.
Esto marca una diferencia con los políticos tradicionales, que sólo buscan a los ciudadanos para conseguir su voto y sus campañas las realizan empresas especializadas en colocar productos comerciales. Y al final tiene sus consecuencias. Héctor Yodo se ha posicionado como el próximo presidente de Juchitán apoyado por un sector de militantes coceístas que lucharon por transformar su realidad, pero fueron traicionados por líderes ambiciosos que los cambiaron por su beneficio personal y ahora ven en el hijo de uno de sus compañeros desaparecido la rencarnación de sus ideales; a este sector se ha sumado otro de jóvenes que sueñan con que su municipio sea un lugar seguro para vivir y no tengan que emigrar a otros lugares porque no encontraron como hacerlo.
Eso no es fácil porque trastoca intereses muy poderosos y los afectados no están dispuestos a perderlos. Y ya se miran sucesos preocupantes. El presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca en el municipio renunció a su cargo a unas semanas de las elecciones y se fue a representar al Partido Revolucionario Institucional; el que se nombró para sustituirlo renunció al día siguiente y ahora su lugar lo ocupa un hombre cercano al actual presidente municipal que, como se ha dicho, buscó la relección por Morena y al no conseguirlo se fue al PT. La situación es preocupante, pero no es lo mas grave. El 18 de mayo hasta la casa de la maestra Cándida Santiago llegó una mujer identificada con la candidata del PRI que a pleno día la amenazó de muerte a ella y su hijo si se presentaban a hacer proselitismo en su colonia.
Como en otros lugares, el ambiente electoral en Juchitán se enrarece. Nada bueno para un cambio que a gritos exige la gente.