Nueva York. El presidente Joe Biden elogió el anuncio de un cese al fuego anunciando por Israel y Hamas esta noche y lamentó la perdida de vidas en el conflicto de 11 días sin reconocer que Washington ayudó a financiar la acción bélica del gobierno de Israel y que su administración había aprobado una venta de armamento a Tel Aviv justo antes del conflicto que ha matado a más de 230 palestinos, incluyendo 65 niños, y a 12 israelíes, entre ellos dos menores.
Biden declaró que “yo creo que los palestinos y los israelíes merecen vivir seguramente y gozar de la misma libertad, prosperidad y democracia”, pero reiteró la frase aparentemente obligatoria de que “Estados Unidos apoya plenamente el derecho de Israel de defenderse”. No ofreció una declaración paralela para los palestinos.
Lamento que “estas hostilidades han resultado en las muertes trágicas de tantos civiles, incluyendo niños”, declaró desde la Casa Blanca, en donde no respondió a preguntas de periodistas. “Envío mis condolencias sinceras a todas las familias, israelíes y palestinas, quienes han perdido a seres queridos, y mi esperanza para una recuperación plena de los heridos”.
No mencionó que son miles de heridos y decenas de miles de desplazados por el bombardeo israelí, ni la extensa destrucción de infraestructura básica - incluyendo sistemas de agua, electricidad, hospitales y escuelas - en medio de una pandemia en Palestina.
Biden le dio crédito a Egipto por su papel en impulsar el acuerdo por el cese de fuego e indicó que había hablado con el primer ministro Benjamin Netanyahu este jueves - su sexta llamada con su contraparte israelí en los últimos 11 días - a quien le aseguró que Estados Unidos repondrá lo necesario para el sistema anti-misil Domo de Hierro de Israel.
A la vez, afirmó que Estados Unidos permanece “comprometido” con trabajar con la Organización de Naciones Unidas y otras entidades multilaterales para entregar asistencia humanitaria y promover el apoyo de esfuerzos de reconstrucción de Gaza pero subrayó que eso se hará con la Autoridad Nacional Palestina y no con Hamas.
Aunque el presidente defendió su “diplomacia implacable” para buscar frenar las “hostilidades” durante los últimos 11 días, estaba bajo cada vez más presión y crítica política dentro y fuera de su país por no asumir una posición más firme ante Israel y por descarrilar hasta cuatro intentos de formular resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo a Israel un cese al fuego inmediato.
Organizaciones de derechos humanos, políticos estadunidenses - incluyendo organizaciones liberales judías - y en la comunidad internacional criticaron a Biden por no exigir un cese al fuego inmediato a Israel, el país más beneficiado por la asistencia exterior estadunidense en los últimos 70 años, y el que hoy día recibe de Washington 3.8 mil millones de dólares en asistencia militar cada año.
Por cierto, justo antes de que Israel inició su ataque, el gobierno de Biden había aprobado la venta de un paquete de armamento militar de 735 millones de dólares y la envío por su aprobación por el Congreso el 5 de mayo y el liderazgo demócrata y republicano la respaldaron, pero al detonarse el conflicto su existencia nutrió las críticas.
El senador Bernie Sanders, junto con legisladores de la cámara baja incluyendo las diputadas Alexandria Ocasio Cortez y Rashida Tlaib (la única legisladora palestina-estadunidense) deploraron esa venta y presentaron resoluciones en sus respectivas cámaras del Congreso para bloquearla el miércoles y jueves. “En momentos cuando bombas hechas en Estados Unidos están devastando a Gaza, matando a mujeres y niños, no podemos simplemente aprobar otra venta enorme de armas sin aun un debate legislativo”, afirmó Sanders.
Por otro lado, la diputada federal Ilhan Omar, demócrata de la ala progresista de su partido y de una familia de refugiados de Somalia, denunció que AIPAC, la organización más poderosa del llamado lobby sionista, colocó publicidad en Facebook que insinuando que ella es defensora de Hamas. La oficina de Omar ha exigido que Facebook cancele esa publicidad por nutrir la desinformación y el odio anti-musulmán, y advierten que representa un peligro para la legisladora federal. “Dado el número de amenazas de muerte y violencia que la legisladora recibe casi diario, esto no es solo irresponsable - es incitación”, comentó una vocera de la diputada a The Nation.