Tokio. El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, tiene previsto llegar a Japón el 12 de julio, 11 días antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, en medio de una continua preocupación local por la celebración del evento.
Los planes para que Bach visitara Japón en mayo se pospusieron debido al estado de emergencia decretado por el gobierno en Tokio y otras zonas con el fin de contener la propagación de infecciones por coronavirus.
La ceremonia de apertura está prevista para el 23 de julio.
El funcionario del COI, John Coates, dijo en una carta que tras la llegada de Bach el 12 de julio, el COI pasará a realizar "operaciones de coordinación a tiempo completo de los Juegos" en Tokio.
El propio Coates llegará a Japón el 15 de junio para finalizar los preparativos en terreno, según la carta, dirigida a los atletas, patrocinadores y otras partes interesadas y publicada el miércoles en el sitio web del COI.
El COI inició el miércoles una reunión de tres días con el Comité Olímpico de Tokio 2020 y otros organizadores. En su discurso de apertura, Bach reiteró su compromiso de celebrar los Juegos este verano boreal, afirmando que los organizadores estaban "plenamente centrados en la realización de los Juegos Olímpicos".
Sin embargo, el acontecimiento deportivo mundial -que se pospuso un año debido a la pandemia de coronavirus- se enfrenta a una creciente oposición del público japonés por el temor de que pueda desencadenar brotes de coronavirus y sobrecargar los servicios médicos en medio de una lenta distribución de las vacunas.
Ante la disminución del apoyo, los organizadores han tratado de asegurar al público que los Juegos pueden celebrarse de forma segura con las medidas de prevención del coronavirus.
Los organizadores están tomando medidas para reducir a la mitad el número de personas que vienen a Japón como parte de las delegaciones olímpicas extranjeras, informó este jueves la cadena NHK.
Se espera que unas 94 mil personas lleguen a Japón para los juegos, frente a una estimación inicial de 200 mil personas, dijo la NHK citando fuentes gubernamentales no identificadas.
También se prohibirá a los espectadores extranjeros ver los juegos en Japón. Sin embargo, los organizadores no han confirmado si tienen previsto permitir la entrada de espectadores nacionales a las sedes, y afirman que la decisión se tomará en junio.