Lausana. Una cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio debido a la crisis sanitaria supondría un sismo para el mundo del deporte, de consecuencias económicas difíciles de predecir.
Formalmente, el contrato de la ciudad anfitriona firmado por los organizadores japoneses reserva la responsabilidad al Comité Olímpico Internacional en caso de “guerra”, “desorden civil”, o si considera la seguridad de los participantes “seriamente amenazada” por “cualquier motivo”.
Pero el COI no tiene intención de cancelar el certamen porque está convencido de poder organizar unos Juegos “seguros” para los 11 mil deportistas clasificados.
Por otro lado, los llamados a cancelar se multiplican en Japón, donde la población se muestra hostil a los Juegos, con un ritmo de vacunación muy lento y con elecciones nacionales y locales muy cerca.
Una gran parte del presupuesto de la justa veraniega ya ha sido destinado: de nuevo evaluados a finales de 2020 en 15 mil 400 millones de dólares, inversiones públicas destinadas a rediseñar recintos y la imagen de Tokio.
Japón ya había asimilado la pérdida de los 800 millones de dóla-res esperados por venta de entradas en caso de disputarse a puerta cerrada. Pero también tendría que negociar con los patrocinadores (3 mil 300 mdd) y probablemente renunciar a la contribución del COI (mil 100 mdd).
El COI publica sus ingresos al término de cada ciclo olímpico: los de la 2013-2016, que incluyó los juegos invernales de Sochi 2014 y los Olímpicos de Río 2016, alcanzaron 5 mil 700 millones de dólares.
Tres cuartas partes proceden de derechos de difusión, estimados por los especialistas en al menos mil 500 millones de dólares para Tokio, y que habría que devolver. El resto procede del programa de patrocinio internacional e implicaría negociaciones con cada patrocinador. Con estas ganancias, el COI alimenta a los comités y las federaciones internacionales.
COI promete personal médico adicional
La principal incógnita es la cobertura de las aseguradoras en caso de anulación de los Juegos.
Enfrentándose a la oposición más firme de la comunidad médica japonesa a los Juegos Olímpicos de Tokio, el presidente del COI, Thomas Bach, se ofreció a tener personal médico adicional disponible para ayudar cuando arranquen las competencias en poco más de nueve semanas.
En una breve intervención en remoto en una cumbre de tres días entre el COI y organizadores, Bach señaló que la ayuda llegará de varios comités olímpicos nacionales y estará disponible en la villa olímpicas y en las sedes.
La Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports) se propone repartir 4 mil dosis de una vacuna contra el Covid-19 a los deportistas clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El organismo anunció un acuerdo con la Universidad de Miami y el Consulado General de México en esa ciudad para obtener las dosis de Johnson & Johnson e inocular gratuitamente a los atletas y otros acompañantes que se preparan para asistir al certamen.