Sin contratiempos empezó la jornada de vacunación contra el Covid-19 para adultos de 50 a 59 años y mujeres embarazadas de cuatro demarcaciones de las alcaldías Iztapalapa, Iztacalco, Xochimilco y Tláhuac.
Además, las mujeres con nueve semanas de gestación que vivan en Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Milpa Alta y Cuajimalpa también podrán ser inmunizadas en las sedes que se habilitaron en las citadas jurisdicciones.
Como ya es habitual, en el Palacio de los Deportes se formaron largas hileras de personas que saturaron las puertas de ingreso; sin embargo, en esta ocasión sólo eran habitantes de Iztacalco en busca de la primera dosis del inmunológico ruso Sputnik V.
Relajados, poco previsores ante posibles contagios del virus, con ansia, nerviosos y bajo un intenso sol, “los sobrevivientes del Covid”, como se autodenominaron, esperaban su turno para ser atendidos en una de las 105 células de inoculación.
Para eso se habilitaron puestos en dos galerones con 70 en el primero y 35 en el segundo. Para preservar la seguridad y cuidado del biológico, los médicos que distribuyen las ampolletas son custodiados por efectivos de la Guardia Nacional.
También se hizo un conteo previo de cada envase; posteriormente aplicada la vacuna se hace uno nuevo de los recipientes vacíos con la finalidad de verificar el uso, explicó personal médico asignado a la jornada de atención.
Las filas fueron constantes todo el día, pues había premura por regresar al trabajo en casa u oficina, por lo que eso mantenía distantes a quienes esperaban su turno; en cambio, los adultos mayores buscaban socializar e intercambiar experiencias.
La familia Canales, conformada por cuatro hermanos que sufrieron en la segunda ola de la pandemia la pérdida de seis integrantes, comentó que luego de diciembre el coronavirus entró a su hogar e infectó a sus padres y a otros parientes, por lo que se saben “sobrevivientes de la pandemia”.
Reconocen que en un inicio hubo incredulidad, “pero ahora todos perdimos amigos, compañeros de trabajo, conocidos o un familiar y nos la tomamos muy en serio”, expresó Mauricio.
Juan, originario de Veracruz, lamentó haber perdido sus ahorros de varios años por la enfermedad; hace dos meses y medio que la superó, “pero sí se fueron los ahorros de varios años, qué me queda”.
Comentó que la seriedad entre las personas es principalmente porque padecieron o estuvieron cerca de la enfermedad, “se nos ve en la expresión de los ojos y la vacuna es la tranquilidad”.