Apresurar el regreso a clases presenciales sin garantizar las condiciones adecuadas en la infraestructura de las escuelas elevará los riesgos de contagio y someterá a mayor estrés y presión económica a las familias, aseguraron maestros y directores de educación básica.

En entrevista, señalaron que tras el anuncio de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México “queda sin respuesta la demanda de que se destinen recursos y apoyos para arreglar los planteles, lo que no se concretará en dos semanas”.

Docentes de primaria y secundaria manifestaron su preocupación “porque la población vacunada, con un esquema completo, no es ni siquiera 20 por ciento de los habitantes del país, y la escuela es uno de los espacios públicos de mayor interacción en las colonias, barrios y comunidades. Muchos de nuestros padres tienen entre 30 y poco más de 50 años”.

En tanto, profesores de las universidades Nacional Autónoma de México y de la Autónoma Metropolitana señalaron que no han recibido información sobre cómo será el retorno. Indicaron que si bien se les ha expuesto que será gradual y de forma híbrida, no se ha explicado cómo se dividirán los grupos y qué medidas se tomarán.

El secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la segunda casa de estudios, Jorge Dorantes, afirmó que “aún no tenemos certeza de cuándo será el regreso presencial”, pero insisten en que se hará con el semáforo epidemiológico en verde. Agregó que todavía no ha habido una reunión con autoridades para establecer las acciones a seguir.

Por su parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) informó que está de acuerdo en que se reinicien gradualmente las clases presenciales en la capital, “ya que se están cumpliendo las condiciones del magisterio para reabrir las escuelas”.