La recuperación de la industria de preparación de alimentos y bebidas tardará alrededor de siete años, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
Durante un foro organizado por la Universidad del Claustro de Sor Juana, Germán González Bernal, presidente del organismo, señaló que la pandemia de Covid-19 impactó profundamente al ramo, con el cierre de más de 120 mil negocios y el tamaño del sector se redujo 20 por ciento.
“Eso si se traduce a ocupación significa 400 mil empleos. Estamos hablando de miles de personas que perdieron su patrimonio, familias que se han quedado sin percibir su ingreso”.
Destacó que 57 por ciento de las personas que trabajan en el sector son mujeres, por lo que “la industria tiene cara de mujer”.
No tuvieron incentivos fiscales, aseguran
Señaló que a diferencia de otros países la contingencia no incluyó ayuda del gobierno, por lo que fue un cierre sin recibir incentivos fiscales y cumplir con las obligaciones.
Mencionó que el gran problema de la industria restaurantera fue la liquidez, porque no había flujo de caja y el sector está endeudado de manera severa, por lo que se necesitan líneas de crédito con un mejor plazo o mejores tasas y el apoyo de la banca de desarrollo.
Destacó que la recuperación para la industria sucederá hasta dentro de siete años, aunque en cuanto se relajen las medidas esos negocios se abarrotarán y se recuperará el 20 por ciento de unidades perdidas en ese lapso. Agregó que eso se logrará con la aplicación de incentivosgubernamentales.
La industria tuvo que ser resiliente a la situación, es decir, ser capaz de asumir con flexibilidad el problema que significó la pandemia, lo cual, agregó, implicó recurrir al servicio a domicilio, aunque no salían la cuentas.
Expuso que con la reapertura se aplicaron protocolos sanitarios, pero después vino el segundo confinamiento. Señaló que el grito de “abrimos o morimos”, fue un llamado de la industria, que estaba en “terapia intensiva”, por lo que propusieron, con más conocimiento de la enfermedad, dar servicio en espacios abiertos. “En los restaurantes no se generan los contagios, sino al contrario”.
Resaltó que se han intentado conseguir apoyos del gobierno federal como incentivos al consumo, pero no hay una empatía como en otros países.