Ciudad de México. “Nada humano me es ajeno”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador al pedir perdón a las víctimas del desplome de una trabe del tramo elevado de la línea 12 del Metro, el 3 de mayo pasado, que dejó saldo de 26 fallecidos y decenas de lesionados.
Aseveró que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, atiende personalmente a los deudos, y lamentó que la mayoría de los medios de comunicación anden “zopiloteando” todo el día con la desgracia, de manera irresponsable.
En conferencia de prensa, se le preguntó si así como pidió perdón a la comunidad china en México lo hará con los afectados por la tragedia en el Metro o tendrá un acercamiento con ellos, aunque no se tome la foto, como aseveró hace días.
El mandatario respondió que no le da la espalda al dolor humano: “No, yo les pido perdón y además todos los días, y lamento mucho estas desgracias, no como autoridad sino como persona. Yo deseo que nadie sufra, esa es mi convicción, deseo que nadie pierda la vida.
“Creo que lo más sublime, lo más importante de todo, es la vida, y sea quien sea la persona que pierda la vida en las circunstancias que sean, merece respeto y sus familiares merecen todo el afecto, todo el cariño, todo nuestro humanismo. Lo puedo resumir en una frase: nada humano me es ajeno.”
Agregó: “Desde luego que sí, ofrecer disculpas, pedir perdón, no somos nosotros superiores, somos iguales, somos seres humanos, entonces, no le damos la espalda al dolor humano”.
Remarcó que lo que lo tiene en el cargo no es la ambición por el poder o el dinero, como ocurrió en el periodo neoliberal, sino que pertenece al “partido humanismo” y su objetivo es respaldar al que sufre, querernos, respetarnos y ser felices.
Dijo que a sus adversarios los mueven el egoísmo, la hipocresía y el dinero, y los ataques a su gobierno se magnifican en la Ciudad de México. “Aquí está el bombardeo constante”, en especial los que tienen un nivel alto de estudios, aunque se alegró de que los más despiertos son los jóvenes, lo que quiere decir “que avanzamos”.