Un grupo de trabajadores de salud con contratos por honorarios o eventuales, con antigüedad de hasta 20 años, realizaron una protesta frente a las oficinas del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para exigir que se retome el programa de basificación ofrecido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Señalaron que, a escala nacional, son alrededor de 86 mil personas quienes laboran en condiciones precarias, con un salario más bajo con respecto a los empleados de base y sin prestaciones económicas y sociales. No obstante, se han mantenido en sus centros de trabajo durante la pandemia de Covid-19.
Agrupados en el Movimiento de Trabajadores de Servicios de Salud por la Basificación y en representación del personal de laCiudad de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán y Veracruz, Tania Venegas comentó sobre la situación de desventaja en que se encuentran, pues por la falta de prestaciones no tienen servicio médico ni vacaciones, entre otros.
Los inconformes fueron atendidos por Candelario Pérez, director nacional de Recursos Humanos, y Arturo Rodríguez, director de Regularización, quienes ofrecieron retomar el programa de basificación, a partir de que el semáforo de riesgo de Covid-19 se encuentre en color verde, lo que podría ocurrir –dijeron– en julio próximo.
Venegas comentó que sus compañeros han trabajado durante años con contratos que duran de uno a tres meses y, además, de que los salarios son bajos, en ocasiones los pagos llegan con retraso de hasta un trimestre.
Además de la petición para que se reanude el programa, plantearon a los funcionarios que se tome en cuenta la antigüedad laboral, la cual se puede conocer de los registros ante el Servicio de Administración Tributaria.
También solicitaron que no haya intervención de líderes sindicales en el proceso para garantizar la transparencia, manifestaron.