Santiago. La espectacular victoria obtenida por los candidatos independientes en la elección de delegados constituyentes efectuada el fin de semana en Chile, junto a la debacle electoral que sufrieron los partidos políticos tradicionales, equivale a un mega-terremoto político cuyas secuelas apenas comienzan a sentirse, dicen analistas.
Los números muestran que los independientes serán 48, la primera mayoría, seguidos por 37 de la derecha oficialista aglutinada en Chile Vamos, 28 del pacto Apruebo Dignidad (reúne a los comunistas con la izquierda aunada en el Frente Amplio), 25 de la Lista del Apruebo (ex Concertación) y 17 de los pueblos originarios. Finalmente votaron 6 millones 334 mil personas, 42.5 por ciento del padrón.
El hundimiento de la derecha, que con sus 37 de los 155 delegados quedó lejos del tercio (52) que anhelaba como mínimo para tener capacidad de veto en la aprobación del articulado constitucional, confirma el fatal desempeño del gobierno de Sebastián Piñera incluso entre sus electores.
Otra prueba de ello es que Chile Vamos perdió 55 alcaldías, al pasar de 143 a 88.
Los efectos se hicieron sentir de inmediato, cuando la candidata presidencial de la Democracia Cristiana (DC), Ximena Rincón, que iba a ser proclamada este lunes, pidió postergarlo e insinuó estar disponible para deponerla a favor de una figura más competitiva. La DC, que fue uno de los partidos más relevantes del país, eligió raquíticamente apenas a un delegado constitucional, una tragedia electoral.
Hoy vencerá el plazo para que los partidos y las coaliciones inscriban a sus candidatos a las primarias presidenciales que deberían realizarse en junio, pero la vieja Concertación que aglutina a la DC junto a los partidos por la Democracia, Socialista, Radical y otros menores, parece estar renuente debido a la fragilidad electoral que los castiga y que los expone al ridículo.
Por el contrario, el candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue, resultó relegido alcalde de la santiaguina y popular Comuna de Recoleta con 65 por ciento de votos. Jadue marca en las encuestas entre 10 y 15 puntos, siendo uno de los favoritos, junto al derechista Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente.
Los irredentos
Autodenominada como “la lista del pueblo”, son los inusitados, irredentos y gloriosos ganadores de la elección, con 941 mil sufragios eligieron a 27 constituyentes. Integrada por mujeres y hombres que se conocieron y coordinaron al calor de las manifestaciones en Plaza Dignidad, tras el estallido social del 18 de octubre de 2019, proclaman: “somos el pueblo, hemos luchado toda la historia por obtener dignidad y justicia. Somos los que hemos vivido y crecido en la inequidad y la desigualdad, somos los que nos levantamos un 18 de octubre para decir basta”, dice su manifiesto.
Sus objetivos son “no sólo competir en igualdad de condiciones, sino para crear lazos y presionar al gobierno y al sistema político con el fin de que dejen de privilegiar a los partidos, que han decidido por el pueblo y contra el pueblo, y nosotres (sic), los y las independientes escribamos la Constitución”.
Claudio Fuentes, académico de ciencia política de la Universidad Diego Portales, afirma que los independientes ganaron “porque ellos reflejaron los intereses de los actores sociales movilizados a partir del 18 de octubre y tuvieron la capacidad de movilizar a sus votantes”.
Fuentes señala que “indudablemente la gran sorpresa fue la lista del pueblo, eso refleja que algo estaba pasando y que nadie fue capaz de ver”, y agrega que “es muy sano que entren a la Convención porque al representar a los movimientos sociales, es bueno que se institucionalicen y que esa expresión política esté representada”. Respecto de la derrota de la ex Concertación y de la derecha, explica que los partidos tradicionales están en un dilema, “uno es actuar a la defensiva, reagruparse y seguir en la lógica tradicional; otra es reaccionar y dar un vuelco significativo de rostros, discursos y de formas de hacer política.
“No sé si la política está recibiendo esto, si ahora no lo quieren ver es un suicidio, porque la lógica nacional está transformada, veremos si los partidos son capaces de entender esto y resetearse, por ejemplo con el contingente parlamentario de la próxima elección”, agregó.
Lo del fin de semana es una señal de que surgirán nuevos movimientos, agrupaciones y actores político/sociales que van a comenzar a disputar el poder, “eso pasó ahora y seguramente será la expresión futura de la política en Chile”.
En cuanto a Piñera, cuyo gobierno concluye en marzo de 2021, Fuentes opina que el presidente probablemente continuará con su impulso a intervenir en todo, incluso en el debate constitucional, cuando debiera abstraerse y concentrarse en administrar lo que le resta. “Él no logra abstenerse, tiene un impulso a intervenir y le preocupa el legado, veremos si adopta una actitud más ascética, aunque el gobierno está en punto muerto y el abandono del barco se produjo hace tiempo”.
Como coletazo de la elección, los precios de las acciones líderes cayeron 8 por ciento hoy, pues los inversores confiaban en que la derecha alcanzaría el tercio de la convención.