Empresas y personas de los sectores populares comenzaron a mejorar su posición, un año después del confinamiento por la pandemia de Covid-19, y un reflejo de ello es que la demanda de crédito a las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) va al alza, asegura David Romero Morfín, presidente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo).
“En 2021 ya vemos más actividad, en la calle hay muchas personas, la movilidad es similar a lo que se veía previo a la pandemia, eso provoca que los clientes demanden crédito… Si vemos que ya empresas y personas lo solicitan más, se levantan las restricciones y las familias y negocios requieren más capital, los clientes solicitan recursos y ahí estamos en este momento”, comenta.
En entrevista con La Jornada, Romero Morfín refirió que el año pasado la tendencia fue que, tanto micronegocios como personas decidieron ahorrar recursos para hacer frente a los efectos de la crisis que provocó la pandemia de Covid-19.
“Por fortuna, eso hasta el día de hoy ya se ha revertido, vemos que las personas necesitan fuentes de financiamiento y en las Sofipos tenemos recursos, liquidez y solvencia para apoyar a nuestros clientes de todos los sectores”, expresa.
Respecto de los micronegocios detalla que los comercios, como las tiendas de abarrotes o aquellos que venden productos de primera necesidad, son los que actualmente requieren capital. “Lo que ha demostrado el sector popular es que se puede adaptar al cambio pese a todas las condiciones. No obstante que hubo confinamiento, en este sector las personas se adaptaron y salieron adelante”, expresa. Romero Morfín detalla que “el microcrédito ya está siendo más demandado, y hasta este primer trimestre vimos mejores niveles de solicitudes. Aunque 2020 fue exigente y se pudo hacer frente, 2021 será mucho mejor año”.
Morosidad a la baja con seguimiento a los clientes
Según las cifras más recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el índice de morosidad de las Sofipos cerró 2020 en 9 por ciento, lo que significó una baja de tres puntos porcentuales respecto de lo reportado en diciembre de 2019.
Al respecto, el presidente de la Amsofipo consideró que contener y seguir con el índice de impago a la baja depende del acercamiento que estas instituciones de crédito no bancarias tengan con sus clientes, pues si bien hubo programas de apoyo, hoy se siguen reduciendo por el buen comportamiento de los usuarios.
“La mejor forma de contener la morosidad es estar cerca de los clientes. Si damos crédito y prevemos lo que pueden pagar y lo que no desde un principio, lo tenemos bajo control, pero también la economía necesita crecer para que no haya ningún otro problema”, añadió.
Para 2021, anticipó que el principal reto de las sociedades financieras populares será llevar los servicios financieros digitales a las comunidades en las que operan, mismas que tradicionalmente han sido excluidas por la banca.