La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México planteó la necesidad de dignificar el trabajo de quienes se dedican a recolectar residuos en casas, calles o sitios de disposición final para sobrevivir.
Se trata, dijo, de que cuenten con apoyos económicos y esquemas de protección a la salud que consideren los riesgos a los que se enfrentan a diario, como los que representan la emergencia sanitaria por el Covid-19.
En esta capital diariamente se generan más de 13 mil toneladas de residuos, ante el aumento en el consumo de materias primas que para su adecuado manejo requieren espacio físico y recursos económicos.
De ese total, únicamente se aprovechan poco más de cuatro toneladas y se estima que existen más de 15 mil personas que se dedican a la recolección de residuos con valor económico, como pet, vidrio, cartón o papel en hogares, calles, áreas verdes y comercios.
Los contenedores ubicados en espacios públicos y los sitios de disposición final son otros sitios a donde acuden estas personas –conocidas como pepenadores–, para quienes es un medio de sustento.
La falta de oportunidades de acceso a la educación y al trabajo decente, dijo, los ha llevado a encontrar en esta actividad una forma de sobrevivencia, pero se requiere el compromiso gubernamental para su reconocimiento y regulación.
Asimismo, implementar estrategias de dignificación del trabajo que realizan, otorgar apoyos económicos y esquemas de salud que consideren los riesgos a los que a diario se enfrentan, señaló.
En el Día Mundial del Reciclaje, que se conmemoró ayer, consideró que es necesario tomar conciencia de la importancia del reciclaje de residuos como estrategia para promover la sustentabilidad ambiental.
Además de valorar a las personas que realizan ese trabajo y ponderar su contribución al medio ambiente, la economía, la seguridad y la salud en la Ciudad de México, afirmó la CDH.