Puras cosas maravillosas es una obra “optimista y llena de luz” que requiere la presencia del público para que su mensaje “vale la pena vivir y seguir adelante” sea un motivo de reflexión.
El monólogo, protagonizado por Pablo Perroni, regresa a escena mañana, pero ahora en el teatro Milán, luego de que el confinamiento obligó a cerrar los recintos teatrales.
El actor aseguró haber esperado para presentarlo de nuevo en vivo. “Esta obra requiere de la presencia de la gente, del contacto, de sentir; es una comunión y una retroalimentación que se genera con el público”.
Acerca de la historia, Perroni contó: “Es sobre un niño de siete años, a quien su papá lleva al hospital a visitar a su mamá, que intentó suicidarse; cuando llegan, la mujer no quiere verlo y el pequeño permanece en el pasillo, donde comienza a hacer una lista de cosas maravillosas por las cuales vale la pena vivir”.
Con toda la ingenuidad y el amor, agregó el actor, el pequeño piensa regalar esa lista a su madre para que desista de quitarse la vida.
Pablo Perroni detalló: “La trama empieza con un personaje del que no conocemos su nombre, que va agregando cosas a su lista y se devela la forma en que éstas afectan su realidad. Cuando el niño crece se enamora, pero aunque vive cosas maravillosas, también se cuestiona si él tiene el mismo problema de su mamá, porque hay momentos en que se siente triste”.
El también productor puntualizó que “hay una frase casi al terminar la pieza que dice: ‘si vives mucho tiempo y llegas al final de tu vida sin haberte sentido terriblemente deprimido, por lo menos una vez, es probable que no hayas puesto atención’. Incluso, si alguien antes de la pandemia no había experimentado este sentimiento, ahora sí lo hizo. No creo que durante el confinamiento alguien no haya vivido –un día o unas horas– una absoluta desolación y depresión o que le hayan faltado ganas de salir adelante”.
Puras cosas maravillosas, de Duncan Macmillan y Jonny Donahoe, dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui, es una obra sencilla, pero con una temática con la que el público se identifica de alguna manera. El monólogo se estrenó en 2016 “ y su historia es indispensable en estos momentos, porque el teatro sana, conecta, motiva y es un reflejo de la realidad”, aseguró Perroni.
Se escenificará en el teatro Milán, antes se presentó en el Foro Lucerna. La temporada comenzará mañana, con 30 por ciento de aforo y funciones los martes a las 20 horas en el recinto ubicado en Lucerna número 64, colonia Juárez.