A más de un año de trabajar a marchas forzadas para combatir la pandemia, buena parte del personal sanitario en México no ha recibido licencias de descanso para reponer fuerzas ni cuidar su salud física y emocional. Y así continúan.
Lo anterior es resultado, en buena medida, del reducido número de médicos y enfermeras en ese servicio, pero también del hábito laboral de no admitir el cansancio, así como de las condiciones de trabajo, como la contratación temporal y sin prestaciones. De esta forma, el agotamiento en este sector es soslayado en los reportes oficiales, aunque los relatos de muchos así lo evidencian.
Trabajadores sanitarios consultados por La Jornada y datos de las mayores instituciones de salud del país establecen que prácticamente ninguno de sus integrantes ha solicitado licencia para atenuar el cansancio o en definitiva no hay registros detallados al respecto.
Información “igual a cero”
Al responder solicitudes de información de este diario, diversos organismos gubernamentales indicaron que desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en México y hasta el primer trimestre de este año ningún trabajador pidió o recibió permiso de incapacidad laboral por estrés, agotamiento emocional u otras causas relacionadas con su salud mental. Y en otros casos se argumentó la imposibilidad de revelar esos datos.
Los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, por ejemplo, puntualizaron que la información sobre el tema es “confidencial, pues incumbe únicamente al titular de los datos personales” en cuestión, y su difusión generaría un daño a los involucrados al hacerlos identificables.
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el cual contrató más de 10 mil trabajadores sanitarios en el contexto de la pandemia, dijo que la respuesta a la solicitud de información es “igual a cero”, y la Secretaría de la Defensa Nacional –que dispuso de 98 instalaciones sanitarias contra el Covid– respondió que “no se localizó evidencia documental” sobre el tema.
Únicamente la Secretaría de Marina informó que, en lo que va de la pandemia, cuatro de sus médicos recibieron licencias: dos mujeres y un hombre por “agotamiento emocional”, y una mujer por “trastorno de ansiedad generalizada por la pérdida de un familiar”.
“No merecemos estar tan estresados todo el tiempo”
Pero al ser consultadas por este diario, trabajadoras de diversas instituciones sanitarias señalaron que aunque exista la necesidad de pedir permisos para reponer fuerzas en la atención de los pacientes Covid, gran parte del personal recibe una respuesta negativa o simplemente no los solicita para no ser criticados o sufrir represalias. La neumóloga Jennifer Escobar señaló que la atención a pacientes Covid es una labor que agota física y emocionalmente al personal médico, entre otras cosas por estar entre 6 y 8 horas al día portando un equipo de protección personal que los acalora, pero que no pueden quitarse ni para tomar agua o ir al baño.
“Es prácticamente un sauna y uno ciertamente suda y se deshidrata. A eso súmale que tiene que lidiar con los sentimientos de cinco o 10 pacientes de terapia intensiva que se sienten abrumados. Todo eso afecta la psique de médicos, enfermeras y personal de intendencia”.
Pese a ello, gran parte del personal sanitario no solicita licencias de descanso “por temor a que los vean mal. El médico tiene mayor flexibilidad y le pueden reducir horas y grupos de trabajo, pero las enfermeras están ahí constantemente, en su jornada completa. Ellas son el gran caballito de batalla y no se les ha dado el reconocimiento que merecen”.
(Puede consultar la versión íntegra en la página web de La Jornada)