Al concluir los trabajos del 14 Congreso Nacional Ordinario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), maestros de todo el país refrendaron su independencia ideológica y económica de cualquier partido político y nivel de gobierno, y señalaron que para un regreso presencial a clases “se debe cumplir con las garantías necesarias, ponderando el derecho a la vida de los estudiantes, de los trabajadores de la educación y de los padres de familia”.
Durante la clausura del encuentro, que se realizó del 13 al 15 de mayo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y al que asistieron 362 delegados magisteriales de 25 estados, aseguraron que “no rechazamos el regreso a clases, pero continuamos exigiendo materiales de sanidad, servicios básicos a todas las escuelas y vacunación efectiva a toda la población”.
En su declaración política enfatizaron que los docentes “estamos de acuerdo con el regreso presencial a clases, pero requerimos las condiciones que hemos venido señalando”, entre ellas garantizar que los planteles cuenten con la infraestructura necesaria, así como agua potable, electricidad e Internet, así como el abastecimiento de insumos para mantener condiciones de higiene y sanitización de los planteles.
Anunciaron que realizarán una nueva jornada de movilizaciones para exigir al gobierno federal retomar el diálogo con la CNTE, suspendido desde diciembre pasado, a fin de llegar a acuerdos resolutivos.
Reconocieron que lo obtenido tras 18 mesas de negociación con el presidente Andrés Manuel López Obrador “son avances mínimos, pues se han mantenido las principales demandas en un proceso de dilación. Los funcionarios posponen temas con el argumento de que los van a analizar, y desde diciembre pasado no se ha mostrado voluntad para reanudar la negociación”.
En cuanto al proceso electoral, indicaron que se mantienen las mismas prácticas “caducas y corruptas” para designar candidatos en todas sus etapas. El despilfarro económico de partidos y abanderados “es ofensivo y contrasta con la inseguridad, el hambre, la baja inversión en educación y salud que padecen millones de mexicanos”.
Por ello, reiteraron que en consonancia con sus principios, la CNTE “refrenda su independencia ideológica y económica del gobierno, la dirigencia de partidos y las prácticas charras del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)”; por ello, consideraron impostergable democratizar todas las estructuras del gremio.
Subrayaron que la CNTE no tiene representación legislativa ni cargo de representación popular alguno, y destacaron que la reforma educativa obradorista “es una simulación”, por lo que insistieron en la “abrogación absoluta” de la mal llamada reforma educativa peñista y de toda visión tecnocrática y neoliberal de la educación.
También manifestaron, entre otros temas, su rechazo a cualquier medida de represión y ataque contra las dirigencias seccionales de la CNTE, así como al pago de pensiones y jubilaciones con unidades de medida y actualización, pues “precariza de manera drástica las percepciones de los compañeros jubilados, por lo que exigimos su inmediata cancelación”.