El proceso electoral 2021, sui géneris por el mismo contexto en que se desarrolla, en medio de una pandemia y por ser el más grande de la historia al estar en juego más de 20 mil puestos de elección popular, ha estado marcado sobre todo por el conflicto entre Morena, el jefe del Ejecutivo y el INE, este último encabezado por su presidente Lorenzo Córdova y el consejero Ciro Murayama, que desde el comienzo de la contienda ha tenido “una participación un tanto excesiva y rigurosa, como no se había visto antes”, coincidieron especialistas.
Los focos rojos se han colocado sobre todo en los estados de Guerrero, con la cancelación de la candidatura de Félix Salgado, y Nuevo León, por la presunta comisión de delitos electorales por los candidatos Samuel García, de Movimiento Ciudadano, y Adrián de la Garza, del PRI, señaló Julián Atilano, investigador del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM.
Sobre el trabajo del INE, señaló que sus resoluciones sobre las candidaturas de Morena “han sido con estricto apego a la norma y no han tomado en cuenta ni el contexto ni la proporcionalidad”. Además, mencionó que llama la atención que el instituto, “principalmente Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, han tenido una participación mediática que no va con la propia tradición de un árbitro electoral”.
Ivonne Acuña Murillo, académica de la Universidad Iberoamericana, calificó como inédito “el enfrentamiento entre la Federación, principalmente el Presidente de la República, y las autoridades electorales”, en especial Córdova y Murayama, “que pareciera que han tomado partido”. Lo anterior, añadió, queda en evidencia “en la manera en que han decidido aplicar las leyes electorales con un rigor nunca visto o no aplicado antes al PRI o al Verde, cuando violaron” las normas.
Agregó que el proceso ha evidenciado “que tenemos una clase política en crisis, que no cuenta con los cuadros suficientes” para ocupar los cargos en disputa y en consecuencia “hemos visto como nunca en número que hayan propuesto candidatos y candidatas que no se dedican a la política” o no cumplen con los requisitos.
Víctor Alarcón, investigador de la UAM Iztapalapa, si bien señaló que el proceso electoral “ha estado conforme al librito”, dado que siempre ha habido polémica, destacó la “inquietante” violencia contra los candidatos. “Lo que nos habla de la instauración ya de mucho tiempo atrás de cómo el crimen organizado y otros poderes fácticos realmente tienen una incidencia intimidante y disuasiva en muchos segmentos del electorado”.