La escasez de gasolina en la costa este de Estados Unidos empezó a disminuir el sábado, después de que el ducto de combustible más grande del país, Colonial Pipeline, intensificó sus operaciones y se desplegaron barcos y camiones para llenar los vacíos tanques de almacenamiento, tras el ciberataque del viernes 7 de mayo.
El cierre de seis días del ducto provocó alzas de gasolina, compras de pánico y dejó sin abasto a las estaciones de servicio.
Más de 13 mil 400 gasolineras encuestadas en el este y el sur por la aplicación GasBuddy registraron cortes el sábado, una cifra inferior frente a las 16 mil 200 del viernes.
En Washington DC, cerca de 80 por ciento de las estaciones de servicio seguían sin combustible durante el mediodía del sábado, frente a 88 por ciento de la víspera, según GasBuddy. La escasez también disminuyó en Carolina del Norte y Virginia, mientras que se mantenía igual en Georgia.