La escasez generalizada de gasolina en la Costa Este de Estados Unidos empezó a disminuir levemente el sábado, después de que el ducto de combustible más grande del país intensificó sus operaciones tras el ciberataque de la semana pasada, y se desplegaron barcos y camiones para llenar los vacíos tanques de almacenamiento.
El cierre de seis días del Colonial Pipeline fue el ciberataque más disruptivo jamás registrado, provocando compras de pánico generalizadas y dejando sin gasolina a las estaciones de servicio en todo el sureste del país.
Más de 13 mil 400 gasolineras encuestadas en el este y el sur por la aplicación GasBuddy estaban sufriendo cortes el sábado, frente a las 16 mil 200 del viernes.
Al mediodía del sábado, cerca de 80 por ciento de las estaciones de servicio en Washington, DC, seguían sin combustible, frente a 88 por ciento de la víspera, según GasBuddy. La escasez también disminuyó en Carolina del Norte y Virginia, mientras que se mantenía más o menos igual en Georgia.
Mientras tanto, la demanda de gasolina en Estados Unidos cayó 12.6 por ciento con respecto a la semana anterior, situación que probablemente se debió a una disminución de las “enloquecidas” compras de pánico justo después del cierre del oleoducto, dijo Patrick De Haan, de GasBuddy.
El promedio nacional de un galón de gasolina regular sin plomo ascendía a 3.04 dólares el sábado, frente a los 2.96 dólares de hace una semana, según AAA Gas Prices.
El oleoducto aceleró un alza del precio de la gasolina que “ya estaba subiendo por los mayores precios del crudo y la demanda antes del Día del Recuerdo”, dijo Ellen Edmonds, portavoz de AAA.
Los lugares suministrados por el oleoducto experimentaron los mayores aumentos de precios esta semana -9 centavos en el DC y 21 en Carolina del Norte-, pero los precios deberían bajar según mejore el suministro, señaló.
El Colonial Pipeline comenzó a retomar sus actividades el miércoles y dijo que se está acercando a sus tasas normales.
Barcos desplegados bajo exenciones de emergencia también transportaban combustible desde las refinerías de la costa del Golfo de México hacia el noreste, mientras camiones cisterna de 18 ruedas transportaban gasolina desde Alabama a Virginia, ayudando a disminuir la escasez.