Pekín. Con sus márgenes de ganancia ya reducidos, las fábricas chinas están transfiriendo los costos más altos de materias primas y componentes a los clientes extranjeros, lo que reforzará el ciclo inflacionario.
Los precios de los productos chinos importados por Estados Unidos subieron a tasa anual 2.1 por ciento en abril, el mayor avance en 12 meses desde marzo de 2012. Como señal de que los precios más altos se filtran a los minoristas, los precios al consumidor en Estados Unidos se incrementaron en abril a su ritmo más acelerado en casi 12 años.
“Con los cuellos de botella en las cadenas de suministro en muchas industrias y la demanda mundial en constante recuperación, los productores (chinos) tienen mayor capacidad de trasladar los costos altos de las materias primas a sus clientes del exterior”, dijo Frederic Neumann, codirector de consultorías de Asia en HSBC.
Una planta de revestimiento de metales en el centro industrial de China fue impactada por un aumento de 30 por ciento en los materiales básicos como acero, aluminio, diluyentes y pinturas; en consecuencia, traspasó la mayoría de esos costos a sus clientes, incluyendo compradores en Estados Unidos, dijo King Lau, uno de los administradores de la planta de Dongguan, situada en el polo industrial de Kam Pin, en la provincia de Cantón.
Logística más costosa
En DHgate, un sitio de comercio electrónico chino que ayuda a los pequeños fabricantes a exportar, los precios de la indumentaria y el calzado han aumentado 30 por ciento en un año, y productos de transporte, como patines y bicicletas, tienen un alza de 15 por ciento. El aumento se debió a los incrementos en los precios de las materias primas y los semiconductores, así como a una logística internacional más costosa, dijo DHgate.
Temen inversores una política monetaria dura
A los inversores les preocupa que las medidas de estímulo económico lanzadas para combatir los efectos de pandemia generen una sobrecarga de la inflación mundial y obliguen a los bancos centrales a endurecer la política monetaria, lo que podría frenar la recuperación.
La inclinación de las fábricas chinas a reflejar los costos más altos para proteger sus márgenes contrasta con la renuencia de los fabricantes japoneses a aumentar los precios de venta, pese al riesgo de perder participación de mercado. “Los exportadores chinos disfrutan de un poder de fijación de precios cada vez mayor en los mercados mundiales”, dijo la firma Neumann.