Su vida no es un cuento de hadas. “Es una historia que le hubiera gustado mucho escribir a William Blake”, dice Salman Rushdie en la tercera de las autobiografías que ha publicado Marianne Faithfull.
De niña conoció los libros. Se enamoró de la poesía. “Quiero vivir de letras”, dijo. No lo logró, porque el destino le deparaba infiernos más cruentos que los descritos por Dante Alighieri: ha estado a punto de morir muchas veces. Ex adicta a la heroína, homeless, actriz, escritora de canciones rompedoras, intentó suicidarse junto a Brian Jones; ella sobrevivió, él no. También ha sobrevivido al cáncer, crisis nerviosas, fractura de cadera; ha estado en coma varias veces debido a sobredosis y a otras rupturas de la vida.
Su infierno más reciente lo vive en carne propia en estos días: en febrero de 2020 contrajo Covid-19, estuvo semanas en terapia intensiva, otra vez en coma; la daban por muerta. Ahora es mayo de 2021 y padece Covid persistente: “Esta tortura no se la deseo a nadie”.
Muchas veces en su vida la han dado por muerta. Ella misma lo hizo. En sus libros de memorias ubica con claridad el momento clave de su vida: 1985, mayo, “me pinché mi último shot de heroína. Supe que iba a morir. De hecho, mi corazón se detuvo. Fueron instantes. Pedí ayuda y desde entonces quiero vivir, no sobrevivir”.
Mayo de 2021: llegó a su meta: vivir de letras. Su nuevo disco cumple el anhelo que se forjó cuando a los 13 años de edad se compró un libro que resultó definitivo: Palgrave’s Golden Treasury. “Me convirtió a la poesía”. Su profesora de inglés, Mrs. Simpson, le convidó la obra de los grandes de la poesía británica. “Ahí me propuse hacer el más hermoso disco de poesía con música”.
Es el que tiene usted a su disposición, hermosa lectora, amable lector. Está en Spotify y se titula She Walks in Beauty (with Warren Ellis).
¿Qué hace un disco de poesía en Spotify? Hace la revolución. Es otro de los actos subversivos de Marianne Faithfull. En los valiosos filmes que han hecho grandes cineastas con ella platicando su vida, imágenes de archivo de por medio, ella dijo: “Entregué mis armas, ya no soy una rebelde; ahora sólo quiero estar con mis nietos, con mi familia, observar los atardeceres a través de mi ventana”.
Marianne Evelyn Gabriel Faithfull nació en Londres el 29 de diciembre de 1942. A sus 78 años, sigue conmocionando al mundo.
Es su destino: su nuevo disco es otro acto de rebeldía. Contra la muerte. Contra la infelicidad. Contra el horror.
Antes de contraer Covid-19 ya trabajaba en este disco. Cuando le dijeron que estaba en peligro su vida, hace un año, desde el hospital mandó decir a Warren Ellis, el músico responsable de la magia de The Bad Seeds, la banda de Nick Cave, que viera qué podía hacer con lo poco que habían logrado grabar hasta el momento, porque ella se estaba muriendo.
La dieron por muerta. Pero ella, a quien muchos llaman de cariño Lady Lazarus, volvió, como siempre vuelven los milagros.
El álbum es un homenaje a la vida, al amor, a la belleza. Once tracks donde reúne a los grandes poetas románticos británicos: Thomas Hood, John Keats, Percy Bysshe Shelley, William Wordsworth, Lord Byron y Lord Tennyson.
Es el disco más hermoso de toda la cuarentena. Ella, Marianne Faithfull, salió del hospital y terminó de grabar el disco con Warren Ellis y con Nick Cave al piano y con Brian Eno en la música que le tiende un manto, un asiento, un aposento a la manera más hermosa en que alguien puede poner en vida la poesía romántica británica. Lo han intentado John Gielgud, Vanessa Redgrave, muchos grandes actores y actrices, con los sonetos de Shakespeare y con poesía clásica. Se han aproximado solamente.
Marianne Faithfull pone el alma en cada verso. Tiene una autoridad moral que nadie tiene. Posee la experiencia vital que nadie ha experimentado. Sabe cómo es el Hades y ha regresado para contarlo. Pero sobre todo, está convencida: “Lo único importante en la vida, lo que te salva, es el amor; no el amor romántico, no el amor sexual, el amor verdadero”.
Por eso, y porque no “actúa” los poemas que recita, no incurre en inflexiones retóricas, sino simplemente danza en pies yámbicos, pone el alma entera en cada octosílabo, gime, muere y resucita en cada verso, sencillamente por eso la gran poesía romántica de Keats, Byron, Tennyson y Shelley nos hace llorar de tan hermosa.
She walks in beauty like the night Of cloudless climes and starry skies; (…) The smiles that win, the tints that glow, But tell of days in goodnes spent, A mind at peace with all bellow,
A heart whose love is innocent!
Al track inicial, que da título al disco, sigue The Bridge of Sighs, de Thomas Hood:
All that remains of her Now is pure womanly
Y enseguida John Keats:
I met a lady in the meads, Full beautiful –a faery’s child, Her hair was long, her foot was light, And her eyes were wild. (…) And sure in language strange she said – “I love thee true” Pale warriors, death-pale were they all: They cried “La Belle Dame sans Merci
Thee hath in thrall!”
El siguiente track también es para John Keats:
My heart aches, and a drowsy numbness pains (…) Fade far away, dissolve, and quite forget (…) The voice I hear this passing night was heard In ancient days by emperor and clown (…) Adieu! Adieu! Thy plaintive anthem fades (…) Was it a vision, or a waking dream? Fled is that music: –Do I wake or sleep? (…) Where are the songs of spring?
Ay, where are they?
Marianne Faithfull nos hace estremecer.
Narra epopeyas, gestas, historias que escucharon en la antigüedad emperadores y payasos. Canta-dice-entona-da vida a la poesía Marianne y desfilan frente a nuestros ojos personajes, como el rey de reyes Ozzymandias, cantamos con ella una Oda a la Luna, escrita por Shelley (Thou chosen sister of Spirit / That gazes on thee till in thee pities…) y asciende al pináculo de la pasión con el personaje máximo del disco, su alter ego: The Lady of Shallot, esa mujer que pintaron los prerrafaelistas, primero encerrada en su castillo, luego flotando pálida inmortal:
Singing in her song she died, The Lady of Shallot. (…) A pale, pale corpse she floated by, Deadcold, between the houses high, Dead into tower’d Camelot. (…) Draw near and fear not, –this is I,
The Lady of Shallot.
El personaje de la saga artúrica, Lady of Shallot, murió cantando y flota en los cuadros prerrafaelistas. El personaje de la saga contemporánea, Marianne Faithfull, vive cantando y flota en su nuevo disco: She Walks in Beauty. Camina en belleza, como la noche; camina bella, como la noche de cielos estrellados; una sombra lo más, un rayo lo menos; sus pensamientos con dulzura y serenidad expresan la tan pura, tan entrañable de su amplia estancia. La sonrisa que triunfa, la tinta resplandece. Su mente está en paz. Su corazón amando es inocente, canta ella y nosotros parafraseamos el poema de Lord Byron.