Hacer danza y música en México es difícil. Aunque para Abril Luna, aun con la pandemia, ese no es motivo para dejar de hacer lo que más le gusta. Por eso aunque la actual época ha sido difícil, la bailarina y música no ha dejado de intentar cosas.
Luna estudió danza contemporánea en el Centro Cultural Ollin Yoliztli. También durante ese periodo comenzó a tocar la trompeta, con la idea de poder hacer música para sus coreografías. Sin embargo, debido a la sonoridad del instrumento de viento, Abril decidió cambiar al bajo y desde entonces esas dos han sido sus principales actividades.
Aunque también durante un tiempo estuvo “resentida con la danza”, como resultado del ambiente y el trato que vivía mientras estudiaba. “Me maltrataban los maestros y las maestras, me decían que no era buena bailarina. Que mejor me dedicara a hacer tortas, y no tiene nada de malo hacer tortas, pero yo quería ser bailarina”, contó en entrevista.
Incluso ahora, Luna considera que el ambiente no ha cambiado mucho. “Siguen estas ondas de violencia sicológica a los bailarines y a mí no me gustó ese trato y decidí alejarme un poco de la danza”, explicó. Mientras estuvo enfocada en la música comenzó a tocar con la banda de surf The voodoo ones, y hace poco más de un año fue invitada a colaborar con Las fokin biches.
Sin embargo, la crisis sanitaria le ha puesto las cosas difíciles a Abril, “pero las crisis nos ayudan a encontrarnos, a encontrar nuestro camino, aunque es a la mala”. Así que se le ocurrió el concepto de “serenatas dancísticas” con el lema “Danzo al pie de tu ventana”. Igual que en las serenatas tradicionales, las de Luna buscan ser una manera más de expresar los sentimientos.
Debido a las condiciones actuales, las serenatas dancísticas se llevan a cabo tanto de manera virtual como presencial. Los solicitantes pueden elegir la música, o dejar que Luna les proponga una melodía en particular. Junto a la interpretación, la bajista también entrega un poemario escrito por ella misma. Hasta ahora la respuesta ha sido positiva, e incluso ha podido llevar sus interpretaciones a países como Costa Rica, Canadá y Estados Unidos, además de otras ciudades mexicanas como Guadalajara.
Con “la convicción de que la danza puede transformar todo y te puede sanar, y te puede distraer y te puede divertir, pero también te puede tocar el alma y te puede generar muchos cambios positivos”, la bailarina decidió llevar su montaje a la estación Olivos de la línea 12, donde la reciente tragedia del Metro ocurrió. Luna que vive y ha vivido cerca de la línea, quería demostrar su solidaridad con las víctimas. Algo similar hizo para despedir a los indígenas zapatistas en su travesía a Europa.
Luna no toca persiguiendo a los grandes públicos, le basta con poder dedicarse a sus pasiones, “yo con que tenga qué comer y con que tenga dónde dormir creo que es lo que más me importa. Y lo demás se va generando desde el corazón, y creo que desde ahí se va generando todo”.
En Instagram se puede encontrar como @soymiau y en Facebook como Luna Miau