Gaza. En feroz ofensiva, el ejército israelí atacaba la franja de Gaza con fuego de artillería desplegada a lo largo de la frontera en las primeras horas de este viernes. El ataque contra el enclave palestino que comenzó el lunes pasado ha provocado al menos 109 muertos, incluidos 28 niños.
Galería: Recrudecen ataques en la franja de Gaza.
En una situación sin precedente, las fuerzas israelíes dirigían su ofensiva hacia el flanco sur de la franja de Gaza, al tiempo que mantenían los bombardeos aéreos y misilísticos desde las primeras horas de hoy. “La aviación israelí y tropas en tierra llevan a cabo una acometida en la franja de Gaza”, declaró un vocero de las fuerzas de seguridad, quien desmintió informes iniciales de que la infantería había ingresado a territorio palestino, lo que atribuyó a un problema de “comunicación interna”.
Israel situó tropas de combate a lo largo de la frontera con Gaza y está en “preparación de operaciones terrestres”, indicó el portavoz militar, medida que recuerda incursiones similares durante las guerras de 2008-2009 y 2014.
Según medios locales, los planes para una posible intervención terrestre son supervisados por el jefe del estado mayor, Aviv Kochavi, para que más tarde los apruebe el gobierno.
El ejército israelí aseguró que desde que comenzó la escalada de violencia su territorio ha recibido mil 600 cohetes disparados desde Gaza, de los cuales 90 por ciento fueron interceptados por el sistema antimisiles Domo de Hierro. Los ataques palestinos dejaron siete muertos en Israel, entre los cuales se cuentan una adolescente y un niño.
Del lado palestino, los fallecidos sumaban hasta el cierre de esta edición 109 y más de 580 heridos.
Las autoridades sanitarias de Gaza investigan la muerte de varias personas durante la noche que podrían haber inhalado gas venenoso, ante lo cual ya se están analizando muestras.
Los israelíes derribaron tres edificios palestinos que fueron atacados con el argumento de que albergaban oficinas del considerado brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzeldin Qassam, donde mataron al menos a 10 de sus líderes el pasado miércoles.
Cerca de 2 mil desplazados
Un informe de la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios reportó además 350 viviendas “destruidas o dañadas” en Gaza y mil 750 desplazados.
Todo esto, en la jornada de la fiesta musulmana de Eid Fitr, el primer día después del mes sagrado del ramadán, que este año en el territorio de Gaza se conmemoró entre bombardeos y ruinas.
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, aseveró ayer que la campaña militar aérea y terrestre “llevará más tiempo”, y funcionarios israelíes afirmaron que Hamas, la agrupación integrista que gobierna Gaza desde 2007, debe recibir un “fuerte golpe disuasorio” antes de cualquier alto el fuego.
En los últimos ataques palestinos, un cohete se estrelló contra un edificio cerca de Tel Aviv con saldo de cinco heridos, informó la policía. Las sirenas sonaron en las ciudades del sur de Israel y miles de personas corrieron en busca de refugio. Siete personas murieron ayer, afirmó el ejército.
Desde el lunes, Hamas ha disparado más de mil 600 cohetes en dirección a Israel y el ejército ha bombardeado Gaza más de 600 veces, según fuentes militares. El movimiento islamita afirmó ayer haber disparado un potente cohete de un alcance de 250 kilómetros hacia el aeropuerto Ramon, cercano a la ciudad de Eilat (sur de Israel), al cual se estaban desviando los vuelos con destino a Tel Aviv por razones de seguridad.
De acuerdo con el testimonio de un habitante de Gaza hecho llegar a La Jornada, “cerca de 90 palestinos, incluidas muchas mujeres y niños, han muerto en sus hogares… en sus camas. Los bombardeos aéreos y con tanques continúan. En Palestina ocupada cientos han resultado heridos a manos de colonos israelíes que atacan con armas a los palestinos y entran a las casas a matar, y perpetran actos de terrorismo con la ayuda del ejército y la policía israelíes. Incendian hogares, árboles y mezquitas.
“Las largas noches continúan, hay cientos de heridos, algunos luchan por su vida en los hospitales, mientras cientos son arrestados. Los días están llenos de orgullo, pero también de temor, pues los colonos israelíes son extremistas que cometen crímenes como los de los nazis: queman a los palestinos y están sedientos de sangre.”
Guerra civil en Lod
Además de los enfrentamientos militares se desató una “guerra civil” en la ciudad israelí de Lod, alertó el alcalde Yair Revivo. Grupos de judíos y de árabes israelíes (autóctonos o descendientes que se quedaron tras la creación del Estado de Israel en 1948, que tienen fuerte identidad palestina y que son alrededor de 21 por ciento de la población) se enfrentaron entre sí y con las fuerzas de seguridad.
“Hemos perdido totalmente el control”, lamentó Revivo. “Están prendiendo fuego a sinagogas e incendiando cientos de vehículos”.
Durante la noche hubo más de 150 arrestos en Lod y localidades árabes del norte de Israel, de acuerdo con reportes de la policía. En esta y otras ciudades con población árabe-israelí, Tel Aviv desplegó soldados para hacer frente a las protestas.
En total el ministro de Defensa israelí, Benny Ganz, movilizó 10 unidades de la Policía de Fronteras a ciudades como Bat Yam, Acre y Lod, epicentro de los disturbios, donde ya se decretó el estado de emergencia.
En tanto, tres cohetes fueron lanzados del sur de Líbano hacia Israel el jueves, dio a conocer una fuente militar libanesa, lo cual fue confirmado por el ejército israelí que aclaró que este ataque no provocó víctimas.
Hezbolá se deslinda
Fuentes libanesas militares y de seguridad estimaron que los cohetes fueron lanzados desde las cercanías del campamento de refugiados palestinos de Rashidiyeh. Dos fuentes cercanas al Hezbolá aclararon que ese movimiento armado libanés no está implicado en los disparos.
Abu Obaida, portavoz de las Brigadas Ezzeldin Qassam, presumió que para la milicia alcanzar zonas de Tel Aviv comoDimona –donde está el reactor nuclear israelí–, Ashdod o Beersheba, “es más fácil que beber un sorbo de agua”, y añadió que el grupo “ha preparado distintos tipos de muerte” para las fuerzas israelíes.
“Aseguramos a nuestro pueblo que tenemos más en el bolsillo”, sostuvo Obaida, quien resaltó que los ataques con proyectiles de Hamas y Yihad Islámica “han revelado la fragilidad de la ocupación”, y llamó a los palestinos a seguir resistiendo.
Los nuevos enfrentamientos estallaron tras un levantamiento generado por órdenes de desalojo a familias palestinas que habitan en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este, y se recrudecieron durante los últimos días por las protestas contra la represión de las fuerzas de seguridad israelíes, que dejaron cientos de palestinos heridos.
Las tensiones aumentaron el domingo, cuando las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas –lugar conocido como Monte del Templo por los judíos– y lanzaron gas lacrimógeno incluso hacia dentro de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. Hamas lanzó un ultimátum para que las fuerzas israelíes se retiraran del complejo sagrado y al vencer el plazo comenzó a lanzar cohetes contra Israel.
Fuerzas terrestres israelíes bombardean con artillería la franja de Gaza, lo que intensifica un conflicto que incluye ataques aéreos israelíes, ataques palestinos con cohetes y violencia sectaria en las calles. Vía Graphic News.