Una charla sobre el tedio marital y la infidelidad propicia un juego entre dos desconocidos, una seductora mujer y un hombre maduro, en la sala de espera de un restaurante.
Concebida durante el confinamiento, No molestar en horas de adulterio es una “experiencia sensorial”, escrita, dirigida y producida por Omar Baduy, en la que los personajes, interpretados por Sandra Quiroz y Pedro Sicard, buscan fantasías para encender una chispa en su cotidianidad.
La obra tiene lugar en el jardín de Alessa Café, ubicado en Ciudad Satélite, donde los comensales se convierten en espectadores. Se trata de una nueva propuesta teatral, que incluye, cada sábado, una cena gourmet en tres tiempos y música en vivo.
Velada a media luz
La velada ocurre de manera íntima, a media luz, pero con los protocolos sanitarios del regreso a la normalidad; amplias cortinas rojas rodean el lugar y, de frente a los comensales, se representa la historia que Baduy escribió junto con su esposa, Felicia Lara, en tiempos de pandemia.
Sobre el espectáculo, el director explicó: “Mi mujer y yo nos inspiramos en el encierro para plantear esas cosas que suceden en una pareja; por ejemplo, en la pandemia hubo muchos divorcios, pero también reconciliaciones. Fue una prueba muy fuerte para las parejas, saber si realmente se amaban; quienes tenían amantes se aislaron, pero con la esposa”.
Es una dramaturgia, sostuvo, que “te hace reír, reflexionar y pasar un rato ameno; es una especie de análisis de las relaciones de pareja”, en el cual el público se puede ver reflejado.
La obra, prosiguió Omar Baduy, es breve, de poco más de 30 minutos, “pero desde una hora antes, el público podrá llegar a su mesa y disfrutar la cena. Cuando lleguen al postre, las personas ya están listas para disfrutar la obra, sin la interrupción de los meseros que detienen su actividad en ese lapso”.
En Alessa las mesas están separadas y el aforo se ocupa en su totalidad. “De inicio sólo tendríamos presentaciones dos meses, pero gracias a la demanda del público, se extenderán las funciones”, en las cuales nunca se repite el menú gourmet.
Este formato de teatro café, retomó Baduy, “aunque ya existía, creo que ahora se va a fortalecer, porque a la gente le gusta estar al aire libre; los actores se ven muy cerca y, de alguna manera, interactúan con el público”.
Sandra Quiroz afirmó que la obra es semejante a lo que se plantea con el teatro en corto o microteatro, donde se cuenta una historia en 15 minutos, pero “ahora tiene un plus, porque se escenifica en una terraza, al aire libre, para que la gente viva una experiencia integral, con la cena, el show y una banda de jazz”.
Acerca de su papel de atractiva cuarentona señaló: “Es algo que nos sucede a todas las parejas que hemos pasado por la monotonía, la infidelidad, los juegos; es esa búsqueda del amor por esos recovecos que, a veces, tapamos por la cotidianidad”.
Este formato, agregó, “llegó para quedarse, por lo innovador y a la fascinación que genera entre los asistentes; además hay sana distancia y se cuida la salud de todos”.
La cena-show No molestar en horas de adulterio se presenta todos los sábados, con un costo de 650 pesos por persona, en Alessa Café, espacio cultural y gastronómico, ubicado en Circuito Economistas 109B, Zona Azul de Ciudad Satélite, Naucalpan de Juárez.