El Museo de Historia de Tlalpan presenta Boleto a Júpiter, exposición de 52 piezas, entre pintura, gráfica y dibujo, del artista jalisciense Iván Villaseñor (1972-2021), fallecido de Covid-19 el pasado 20 de enero.
El curador Arturo Berrospe pudo platicar con Villaseñor sobre la muestra, que quedó como una “promesa personal” que ahora se cumple. Planeaban una colectiva sobre el tema del “arte bruto relacionado con lo esquizoide y lo sicodélico”, temas que interesaban al expositor.
Boleto a Júpiter abarca cinco etapas en la producción de Villaseñor, con sus diferentes discursos estéticos. Aunque hay obra de 1997 a 2020, más que un recuento cronológico, a Berrospe le interesó seguir el desarrollo discursivo y temático del artista, ya que “estaba muy definido en cuanto a estilo”.
¿En qué consiste su estilo? “Responde a una búsqueda personal, primero que nada, a una relación directa con las expresiones artísticas de los pueblos originarios, por ejemplo, del arte huichol, así como la investigación que Iván realizó sobre trabajos vinculados con la artesanía y las expresiones populares de Oriente y el arte Oceánico”, señala Berrospe.
“Hay un carácter ecléctico en las pinturas de Iván, porque al mismo tiempo que trataba de dejarse influir por las expresiones de los pueblos originarios, pretendía conciliar su obra con una visión contemporánea. Es decir, una selección de color amigable, exquisita que, a la vez, tuviera que ver con una actitud personal, porque era congruente con su producción. Su forma de ser y actuar no estaba peleada con la manera en que pintaba”.
Berrospe suma lo anterior a una “influencia poderosísima que Iván tenía del punk y pospunk al trash; incluso, tuvo un grupo de trash. En el último lustro de su vida enfocó esta actitud con el grunge que empezó a mezclar con poesía. También escribió textos con postura poética, que fueron publicados en revistas”.
La curaduría de Boleto a Júpiter pretendió mostrar, sobre todo, piezas que no habían sido exhibidas, algunas de estilo matérico, en las que “el uso de cargas muy sólidas de pintura y despreocupación total sobre la forma, lo acercaron hacia la semiabstracción, sin abandonar un contenido sicológico fuerte que al mismo tiempo era empático”.
Villaseñor egresó de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. En 1998 obtuvo el Premio Nacional de Arte Joven, la beca para Jóvenes Creadores en 1999 y mención honorífica en el concurso Omni Life. Boleto a Júpiter permanecerá hasta el 23 de mayo en el Museo de Historia de Tlalpan (Plaza de la Constitución 10, colonia Tlalpan).