Madrid. Evidencia geoquímica reveló que los ejércitos contendientes en las Batallas de Himera fueron una mezcla de lugareños y extranjeros, lo que contradice algunos relatos de escritores griegos antiguos.
Es la conclusión de un estudio publicado en Plos One por un equipo investigador liderado por Katherine Reinberger, de la Universidad de Georgia.
En 480 aC, la antigua ciudad griega de Himera, en Sicilia, luchó con éxito contra un ejército cartaginés. En 409 aC, Cartago la atacó de nuevo, pero esta vez cayó. Los historiadores de la época, incluidos Herodoto y Diodoro Siculus, escriben que la urbe se mantuvo fuerte en la primera batalla gracias a la ayuda de los aliados griegos, pero no recibió apoyo en la segunda. Sin embargo, dada la perspectiva limitada y partidista de esos historiadores antiguos, estos relatos pueden estar incompletos y sesgados.
Los autores del presente estudio probaron esas afirmaciones históricas contra la evidencia geoquímica. Tomaron muestras de isótopos de estroncio y oxígeno del esmalte de los dientes de 62 soldados que participaron en las batallas. La química variaba según su región de origen.
Los investigadores encontraron que sólo alrededor de un tercio de los soldados de Himera de la primera batalla eran locales del área y alrededor de tres cuartos en la segunda, corroborando las afirmaciones escritas de que la ciudad recibió más ayuda de forasteros en la primera que en la segunda. Sin embargo, la evidencia también muestra que, contrariamente a los relatos escritos, muchos forasteros no eran aliados griegos, sino mercenarios contratados fuera de los territorios de Grecia.
Este estudio demuestra el poder de los restos arqueológicos para probar las afirmaciones de los textos históricos y revela un posible sesgo en los escritos antiguos. Los historiadores griegos antiguos podrían haber minimizado de forma intencional el papel de los mercenarios extranjeros en las Batallas de Himera en un intento de mantener una narrativa más centrada en Grecia y evitar el tema, potencialmente desagradable para la sociedad de esa nación, de los mercenarios extranjeros contratados.
Los autores añaden: “Aquí pudimos usar isótopos para apoyar a los historiadores antiguos, al mismo tiempo que desafiamos esas fuentes al encontrar evidencia de mercenarios y soldados potencialmente extranjeros de orígenes geográficos muy diversos. Este estudio también es importante para futuros estudios de migración en el Mediterráneo ampliando la red de valores isotópicos comparativos”.