Berlín. China y Estados Unidos lidian con una caída en sus tasas de natalidad, pero Alemania va contra la tendencia, con un aumento en los nacimientos nueve meses después de su primer confinamiento por la pandemia, testimonio de las recientes políticas favorables a la familia y una mayor inmigración.
La mayor economía de Europa solía tener una de las tasas de fertilidad más bajas de la región, ya que normas y políticas sociales conservadoras dificultaban la conciliación de la familia y el trabajo de las mujeres, frenando el crecimiento económico y agravando la escasez de mano de obra en Alemania mientras se iban jubilando los nacidos en postguerra.
Esto comenzó a cambiar cuando la canciller Angela Merkel amplió los beneficios parentales y la inversión estatal en el cuidado de los niños desde 2005. Su decisión de 2015 de dejar entrar a más de un millón de refugiados, en su mayoría jóvenes de Siria y otros lugares, dio un impulso adicional.
Si bien los datos de este mes mostraron que los nacimientos en China cayeron un 18% el año pasado, a su nivel más bajo desde 1961, y que la tasa de natalidad de Estados Unidos disminuyó un 4% a mínimos desde 1979, los nacimientos en Alemania se redujeron sólo un 0,6%.
El aumento anual del 0,8% en los nacimientos entre diciembre de 2020 y febrero, nueve meses y contando desde la primera cuarentena por Covid-19 en Alemania, mostró que muchos futuros padres no se desanimaron ni siquiera por una pandemia que paralizó la economía.
"Alemania solía ser uno de los rezagados en Europa", dijo Martin Bujard, subdirector del Instituto Federal de Investigación de Población de Alemania. "Fue impulsado principalmente por políticas familiares como el cuidado de los niños para ayudar a conciliar el trabajo y la familia, sobre todo para mujeres con un alto nivel educativo".
Bujard agregó que la llegada de migrantes y el fuerte crecimiento económico prepandémico también habían ayudado.
La tasa de fecundidad de Alemania de 1.54 hijos por mujer aún es inferior a los 1.64 de Estados Unidos y a la denominada tasa de reemplazo del 2.1 que se considera necesaria para mantener los niveles de población de los países ricos.
Sin embargo, está muy por encima de la tasa del 1,3 registrada en China el año pasado -nivel en el que se encontraba Alemania en 2006- y ahora está en general en línea con la media de la Unión Europea, según Eurostat. Datos de la entidad muestran que países menos ricos como Italia y España tienen las tasas de fertilidad más bajas de la UE.
Mientras que Estados Unidos está casi solo entre las naciones ricas que no dan licencias de maternidad remunerada a nivel nacional, Alemania cubre 14 meses de licencia parental remunerada, con dos meses para los padres.
En China, las mujeres tienen derecho a 98 días de licencia por maternidad, incluidos 15 días de prenatal. No obstante, muchas parejas dicen que el alto costo de vida y la dificultad de combinar paternidad y la carrera les han disuadido de formar una familia.
Mientras que otros países europeos han visto caer sus tasas de natalidad durante la crisis del Covid-19 (los nacimientos en Italia se desplomaron un 21,6% en diciembre), pareciera que se mantendrá la tendencia positiva de Alemania.
El tratamiento de fertilización in vitro (FIV) aumentó un 9.3% en general en 2020, a pesar de que el primer confinamiento cerró muchas clínicas. Si bien expertos estiman que los bebés de FIV son sólo 3-4% de los nacimientos a nivel nacional, la cifra sugiere que muchos alemanes no han desistido de criar hijos.