La migración mexicana hacia Estados Unidos (EU) ha tenido históricamente gran importancia, la cual llega hasta la actualidad, y convierte a millones de hombres y mujeres en verdaderos héroes de la patria, debido a los grandes beneficios y aportaciones que generan para México y para el país del norte.
Según el censo más reciente de EU, actualmente viven allá más de 36 millones de personas de ascendencia mexicana.
La importancia de la migración mexicana al vecino país se refleja en la profunda intersección que ha generado entre la cultura mexicana y la estadunidense, así como, en el ámbito económico, dada la importante cantidad de remesas de los migrantes a sus familias en México, que anualmente rondan 40 mil millones de dólares (más de 800 mil millones de pesos), lo cual significa 3.8 por ciento del producto interno bruto de nuestro país. No es una exageración afirmar que al rescatar importantes regiones del país y contribuir al sostenimiento de infinidad de familias, nuestros migrantes han evitado estallidos sociales derivados de la pobreza extrema, y con esos envíos se han podido paliar situaciones de emergencia locales y regionales.
La migración mexicana es uno de los más importantes aspectos que desde los albores del siglo XX, y pasando por el Programa Bracero entre las décadas de 1940 y 1960, han marcado la relación de México con Estados Unidos. Hoy día, en pleno siglo XXI, ante la nueva etapa de la relación que se abre con la presidencia de Joe Biden, adquiere una relevancia muy especial. Esto es ejemplificado por la amplia reforma migratoria que propone el presidente Biden y que potencialmente beneficiará a más de 18 millones de personas de procedencia latinoamericana, en su mayoría de origen mexicano.
Es importante señalar la relevancia de quienes son verdaderos héroes de la patria, que han dirigido sus pasos hacia Estados Unidos, en su inmensa mayoría por necesidad y no por gusto; porque nuestro sistema económico ha sido incapaz de ofrecerles las oportunidades de empleo y de bienestar.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está ante la oportunidad histórica de replantear la relación bilateral, específicamente en lo referente a los migrantes mexicanos; a la luz de los 200 años de relación bilateral oficial diplomática que se cumplirán en 2022.
Una asignatura pendiente es la firma de un nuevo acuerdo que permita que migrantes mexicanos laboren de manera documentada en EU. Es de esperarse que en el marco de la próxima visita que hará a nuestro país la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se aborde este tema tan importante.
A la luz de lo anterior, fue muy importante haber logrado por unanimidad en el Senado rendir homenaje perenne a nuestros migrantes mexicanos, instituir un día en su honor, e inscribir en letras doradas un reconocimiento, así como acordar la creación y el otorgamiento medalla anual Doctor Jorge A. Bustamante Fernández.
Habrá que luchar por un mejor trato a nuestros paisanos de ambos géneros y a sus familiares, para que se acaben la discriminación y el racismo.
También es urgente que los costos por las comisiones y los servicios que se cobran por las remesas sean menores, y que instituciones como el Banco del Bienestar tomen la estafeta con tarifas preferenciales; y que los pagos en nuestro país se hagan respetando el tipo de cambio oficial.
Reconociendo la espléndida labor que realizan los funcionarios mexicanos del Servicio Exterior desde hace décadas, es menester expresar que a la cancillería le hacen falta más recursos financieros para la protección cabal de los connacionales, por lo que es imperativo que ello ocurra para el presupuesto de 2022.
* Senador, ex cónsul general en Chicago, ex embajador en Cuba y ex diputado federal