Los niños y niñas migrantes que Estados Unidos devuelve a México –muchos de los cuales viajan sin tener la compañía de un adulto– se encuentran en riesgo de sufrir violaciones graves de derechos humanos, como secuestros y extorsiones, debido a la falta de capacidades del gobierno mexicano para garantizar su seguridad, alertó la organización civil Sin Fronteras.
“De por sí muchas veces estos pequeños vienen huyendo de peligros inminentes, como amenazas de reclutamiento forzado o de haber perdido familiares, y en México pueden exponerse a grupos de extorsionadores y secuestradores”, lamentó la directora de la institución de asistencia privada, Ana Sáiz.
Dicho escenario se vuelve aún más complicado, indicó la especialista, por la falta de capacidades suficientes de las instituciones mexicanas para garantizar la seguridad e integridad de las niñas, niños y adolescentes, por lo que una de las tareas inmediatas debe ser el fortalecimiento de organismos como las procuradurías de atención a menores, y el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia.
“Vemos que ha habido algunos esfuerzos aislados, pero se necesita hacer algo más sistemático que pueda realmente generar una capacidad institucional para responder a las exigencias de la ley”, dijo Sáiz, quien recordó que incluso el concepto de niñez no acompañada es diferente en Estados Unidos y en México.
En ese contexto, la directora de Sin Fronteras lamentó que el Instituto Nacional de Migración (INM) siga deteniendo a niños migrantes y sus familias, a pesar de que la nueva ley en la materia lo prohíbe.
“Estamos en un problema con el INM, porque es una autoridad soberbia que desacata esta orden, y no es la primera vez que lo vemos. Si no lo acata ahora, el Estado mexicano lo irá pagando ante instancias internacionales, que pueden derivar incluso en responsabilidades penales”, advirtió.