Gaza. Los enfrentamientos entre los grupos armados palestinos de la franja de Gaza e Israel han causado más de 70 muertos y la movilización de la comunidad internacional para evitar una “guerra a gran escala”. Los ataques fueron constantes ayer en ambos lados de la frontera. El ejército israelí informó de bombardeos aéreos contra “instalaciones estratégicamente importantes” de Hamas, incluido el banco principal del grupo islamita, y la muerte de al menos 10 de sus altos mandos.
En la franja de Gaza han fallecido 67 personas, incluidos 16 niños y cinco mujeres, desde que comenzó la escalada el lunes pasado. Más de 320 palestinos resultaron heridos, y muchos fueron rescatados de las ruinas de tres edificios.
Del lado israelí se reportaron siete víctimas mortales, incluido un niño de seis años y una joven de 16, así como más de un centenar de heridos.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente condenó la muerte, el martes, de cuatro niños palestinos cerca del campamento de Beit Hanun, en el norte de Gaza, todos miembros de la misma familia.
“Tenían menos de 12 años y asistían a escuelas de la agencia. Los niños están y deben ser protegidos por el derecho internacional y los responsables de violar sus obligaciones deben rendir cuentas a partir de pruebas claras”, aseveró.
El domo
Hamas lanzó 130 cohetes contra el territorio israelí, con lo cual el número de proyectiles disparados desde el diminuto enclave costero se elevaría a más de mil desde el pasado lunes. La gran mayoría de los proyectiles de Hamas son interceptados por el sistema de defensa aérea Domo de Hierro.
Dicho sistema utiliza un radar que detecta los cohetes, calcula su trayectoria y envía misiles para interceptarlos. Está optimizado para dar de baja los cohetes relativamente pequeños que Hamas suele utilizar, que tienen una débil señal en los radares y son difíciles de rastrear de otro modo.
Domo de Hierro, instalado hace cerca de una década, envía advertencias para que los civiles tengan tiempo de buscar refugio, pero estas alertas dan a los pobladores de Gaza de 10 a 15 segundos, mientras los de Tel Aviv tienen un minuto. El sistema manda información sobre la ubicación desde la cual se lanzaron los misiles, para que el ejército de Israel pueda contratacar.
Hamas advirtió que incrementó la ofensiva contra Tel Aviv en represalia por la destrucción de dos edificios en Gaza, uno de los cuales albergaba las oficinas de la cadena televisiva local Al Qods. Ayer una tercera torre residencial fue derribada por los israelíes.
La destrucción de torres de departamentos es una de las estrategias empleadas en la guerra de 2014, que ahora investiga la Corte Penal Internacional (CPI). Israel no forma parte del tribunal y ha rechazado la pesquisa.
Fatou Bensouda, fiscal de la CPI, advirtió que es probable que se hayan cometido crímenes de guerra.
Hamas confirmó la muerte de varios comandantes, entre ellos Bassem Issa, jefe de su rama militar en la ciudad de Gaza, principal urbe del enclave, y otros militares de alto rango, a quienes elogió por su “valentía”, pero no identificó.
Shin Beth, el servicio israelí de inteligencia, aseguró que ha eliminado a unos 10 comandantes palestinos e identificó entre ellos a Jamaa Tahla, colaborador de Mohamed Deif, considerado número uno del brazo armado de Hamas; Gamal Zabda, jefe de desarrollo tecnológico, y Gazem Gatib, responsable del departamento de ingeniería del movimiento islamita.
El ejército israelí asegura que los combatientes han lanzado unos mil 500 cohetes en apenas tres días, lo que equivale a casi la tercera parte de los que se dispararon en la guerra de 2014, que se prolongó 50 días.
Israel ha impactado más de 350 objetivos en Gaza, pequeño territorio en el que 2 millones de palestinos han vivido bajo un bloqueo de Israel y Egipto desde que Hamas asumió el poder en 2007. El ejército desplegó dos brigadas de infantería hacia esa zona, un indicativo de preparativos para una posible invasión por tierra, refirió la agencia de noticias Ap.
Diplomacia
Antony Blinken, secretario estadunidense de Estado, exhortó a Israel a tomar máximas precauciones para evitar la muerte de civiles, al señalar que las imágenes de niños palestinos muertos son “desgarradoras”, pero reiteró que Tel Aviv tiene derecho a defenderse, durante una conversación con el premier Benjamin Netanyahu.
“Israel tiene derecho a defenderse”, insistió más tarde el presidente estadunidense, Joe Biden, al informar que sostuvo una conversación “con Bibi Netanyahu no hace mucho”, y expresó su esperanza de que la crisis en Medio Oriente se resuelva tarde o temprano.
Blinken también conversó con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, a quien pidió el fin de lanzamientos de cohetes a territorio israelí.
En tanto, Rusia pidió una reunión urgente del Cuarteto para Medio Oriente, que también agrupa a la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU). La cancillería rusa seguró que Hamas manifestó su disposición a una tregua con Israel si la comunidad internacional presiona a Tel Aviv para que cese sus acciones bélicas.
El Consejo de Seguridad sostuvo un segundo encuentro esta semana para debatir la situación, y no pudo llegar a un acuerdo ante la postura de Estados Unidos, que se niega a condenar a Israel.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a una desescalada de violencia para proteger a civiles “que mueren en condiciones absolutamente inaceptables”.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, añadió que “debe hacerse todo lo posible para prevenir un conflicto más amplio”.
Israel rechazó una propuesta de cese el fuego planteada por la ONU y Egipto, según la agencia estatal turca de noticias Anatolia.
Otros frentes
Al margen de los bombardeos y lanzamientos de cohetes, se multiplican los choques entre judíos ultranacionalistas y palestinos-israelíes a lo largo de Israel, en particular en Lod y Tel Aviv, donde se decretó el estado de emergencia.
Reuven Rivlin, presidente israelí, calificó los ataques palestinos de “pogromo de una multitud árabe sedienta de sangre”.
La escalada se originó tras disturbios provocados por órdenes de desalojo contra familias palestinas en el barrio de Sheij Jarra, en Jerusalén Este, que dejaron cientos de heridos el fin de semana pasado. Hamas comenzó a lanzar cohetes contra Israel, al vencer el lunes un ultimátum para que las fuerzas israelíes deslojaran el complejo sagrado de la mezquita de Al-Aqsa, lo que no sucedió, a lo que Tel Avivi respondió con bombardeos aéreos.
Al caer la noche, la ciudad de Gaza parecía pueblo fantasma durante la última noche del ramadán. La velada, en la víspera de la festividad de Eid Fitr, suele tener una vibrante actividad nocturna, en la que las personas salen de compras y a cenar en restaurantes.
“No hay a dónde correr ni dónde esconderse”, lamentó Zeyad Khattab, farmacéutico de 44 años que huyó junto con una docena de parientes a una casa de su familia en la zona central de Gaza, después de que los bombardeos estremecieron el edificio residencial en el que viven. “Es imposible describir este terror”.