Colonial Pipeline pagó el pasado viernes casi 5 millones de dólares a hackers del este de Europa tras un devastador ciberataque que obligó a cerrar la mayor red de oleoductos de Estados Unidos, reportó Bloomberg News citando a dos personas conocedoras del proceso, contradiciendo afirmaciones de que la empresa no costearía las exigencias de quienes accesaron a su sistema.
La compañía cubrió el rescate en criptomonedas no trazables horas después del ataque, según el reporte. Colonial Pipeline declinó hacer comentarios.
Hay un acalorado debate sobre si en caso de ataque las empresas deben pagar para recuperar el control de sus sistemas. Los críticos aseguran que pagar rescates alienta los ataques.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo el jueves que las compañías víctimas de ciberataques no deberían pagar rescates.
Los hackers entregaron a Colonial Pipeline una herramienta de descodificación para restaurar sus redes de computación afectadas tras recibir el pago, pero la compañía utilizó sus propios respaldos para ayudar a recuperar sus sistemas, ya que la herramienta era lenta, explicó Bloomberg News.
Tras una interrupción de seis días, el principal oleoducto de Estados Unidos, que transporta 100 millones de galones diarios de gasolina, diésel y combustible para aviones, empezó a mover el jueves parte de estos hidrocarburos.
El cierre provocó escasez de gasolina y declaraciones de emergencia desde Virginia a Florida, obligó a dos refinerías a frenar su producción e hizo que las aerolíneas reorganizaran algunas operaciones de reabastecimiento.
Más temprano en la semana, el FBI acusó a la organización criminal llamada DarkSide por el ciberataque. El grupo no se ha atribuido la autoría directamente, pero el miércoles aseguró que accedió a los sistemas de otras tres empresas.