Esta expedición ha sido muy accidentada para los montañistas mexicanos Badía Bonilla y Mauricio López. Una pareja en ascenso, el equipo que integran en busca de las 14 cimas más altas del mundo, tuvo que cancelar su recorrido al Dhaulagiri –era el segundo consecutivo tras alcanzar la cumbre del Annapurna semanas antes–, pues ambos se contagiaron de Covid-19, según informaron en sus redes sociales. Se encuentran estables y en mejoría en un hospital de la capital de Nepal.
Desde el 7 de mayo la pareja de mexicanos se encuentra en un hospital de Katmandú y registran buenos niveles de oxigenación, pero con fiebres intermitentes, según informó de manera escueta la propia Badía.
Un par de días antes, habían avisado que abortaban la misión cuando se encontraban en uno de los campos de aclimatación de la montaña. Ambos esperaban ser evacuados en helicóptero, pero las condiciones climáticas no se los permitía.
Esta misión se volvió un periplo de eventos desafortunados. Empezó como el intento por conquistar Annapurna, en la cordillera del Himalaya. Una cima que hace años puso en peligro sus vidas: sobrevivieron a dos avalanchas. En 2020, cuando por fin intentarían conseguirla, el viaje fue cancelado por la pandemia de coronavirus.
A principios de abril de 2021, unos días antes de salir de la Ciudad de México, la pareja tuvo su primer obstáculo. Badía dio positivo de Covid en una prueba obligatoria para volar a Nepal. Los exámenes que se practicó después descartaron que fuera portadora del virus, sin embargo, retrasaron su vuelos y pagaron penalizaciones.
Los inconvenientes no impidieron que por fin lograran la cumbre de Annapurna, la novena de su proyecto. Una montaña que fue más difícil de lo que habían planeado. Unos días después de conquistar la cima el 16 de abril, Badía relató a La Jornada el sacrificio que significó el ascenso.
“El frío fue algo que nunca había sentido en todos los años que llevamos de este proyecto”, contó Badía; “mientras esperábamos la oportunidad, a veces con desánimo, no sentía los dedos de los pies. Pero llegó el momento y lo logramos”.
Mientras narraba este ascenso, también confesó que habían sufrido congelamiento en dedos de pies y manos. Lucían amoratados y apenas podían moverlos.
“Hubo montañistas que fueron evacuados por congelamiento peligroso”, apuntó.
Para aprovechar el éxito del Annapurna, decidieron con otro grupo emprender el ascenso del Dhaulagiri, cuya proximidad les ofrecía la posibilidad de hacer dos cumbres consecutivas por primera vez en su carrera de montañistas. No fue posible.