Decía el escritor José Luis Martínez (1918-2007) que México, “país de díscolos”, se ha puesto de acuerdo en muy pocas cosas; una de ellas es la pasión por Ramón López Velarde (1888-1921), quien, según Juan Villoro, es el poeta más y mejor estudiado de nuestra tradición.
A 100 años de su muerte, es un poeta que tiene infinidad de lectores “porque nos habla del siglo XXI, sobre esas funestas dualidades que nos atraviesan y al mismo tiempo nos reúnen, de la carne y el espíritu”, de acuerdo con el investigador José Ramón Ruisánchez.
En el contexto de su centenario luctuoso, El Colegio Nacional le rindió homenaje con una serie de actividades académicas, entre ellas la mesa La lumbre inmóvil: Ramón López Velarde visto por José Emilio Pacheco, en la que participaron Villoro y Ruisánchez.
La sesión fue parte del ciclo conmemorativo Cultura y Revolución. A 100 años de la fundación de la Secretaría de Educación Pública y la muerte de Ramón López Velarde y con ella arrancó un convenio de colaboración entre El Colegio Nacional y el Instituto Cultural de México en Washington.